Los europeos comparten origen genético con los nativos americanos

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un estudio con participación gallega revela que su ADN procede de tres grupos

14 mar 2019 . Actualizado a las 18:22 h.

Todos los europeos anatómicamente modernos procedemos de África. Cierto, y hasta puede parecer una afirmación obvia. Pero la realidad del puzle evolutivo que ha dado origen a los actuales pobladores del viejo continente es mucho más compleja. Su ADN es fruto del legado de tres poblaciones que conforman su ancestralidad: las de cazadores-recolectores llegadas de África hace más de 40.000 años; las de agricultores provenientes de Oriente Medio, que migraron a Europa en épocas más recientes, en torno a unos 10.000 años, y las de los nativos que vivieron en Europa del norte y Siberia hace 24.000 años, que fueron también los que acabaron colonizando el continente americano.

Este último y sorpresivo aporte genético es el que acaba de demostrar un equipo internacional de científicos, con participación de la Universidade de Santiago, en el mayor estudio que jamás se haya realizado para desvelar el origen de los europeos y cuyas conclusiones se presentan en la portada de la revista Nature.

Los investigadores han analizado muestras de ADN nuclear de 2.500 individuos que representan a más de 200 poblaciones humanas actuales y los han comparado con el material genético antiguo extraído de restos óseos de más de 8.000 años de antigüedad recogidos en Luxemburgo y Suecia, así como otros de Alemania datados en 7.000 años. El trabajo se completó con otras muestras antiguas ya conocidas, como las de cazador-recolector que vivió en La Braña (León) hace 7.000 años. «Es el esfuerzo de genotipado y de secuenciación masiva más ambicioso que se haya hecho hasta el momento en relación al estudio de la variabilidad humana moderna, antigua y contemporánea», explica Antonio Salas Ellacuriaga, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidade de Santiago y participante en un estudio liderado por las universidades de Harvard (EE.UU.) y Tubinga (Alemania) y en el que, por parte española, también intervino la Pompeu Fabra de Barcelona.

Hasta el momento se suponía que los europeos descendían de solo dos grandes grupos poblacionales, pero ahora hay que añadir un tercero que posiblemente llegó después de los primeros agricultores, aunque tiene su origen en Siberia hace 24.000 años. «Este grupo conecta a la población europea con las nativo-americanas y no está presente en los restos del cazador-recolector de Luxemburgo de hace 8.000 años, ni tampoco en los primeros agricultores», sostiene Salas, quien asegura que este trabajo «no pasará desapercibido para nadie que quiera hacer genómica de poblaciones humanas a partir de ahora».

De esta forma podría decirse que los europeos actuales tienen una relación de parentesco genómico con los americano. Son, genéticamente, como nuestros primos. «Lo que se demuestra -apunta Salas? es que el modelo de colonización es más complejo de lo que se presuponía y que las poblaciones europeas son más variadas de lo que se pensaba».

Implicaciones en medicina

Tanto los modelos matemáticos que se han aplicado para el trabajo como el esfuerzo computacional también sientan las bases para hacer más fácil en el futuro el tratamiento y la interpretación de genomas antiguos. «Ahora -subraya el investigador gallego- se abren más posibilidades para trabajar con ADN antiguo a gran escala».

Pero la investigación no solo aporta conocimiento sobre el origen de los europeos, sino que también tiene implicaciones en la genómica aplicada, ya que ayudará a entender enfermedades complejas y muy comunes que afectan a todas las poblaciones humanas, desde el cáncer, pasando por las patologías cardíacas, la hipertensión, los males psiquiátricos o los propios trastornos de la nutrición.