Los casos nuevos de ébola caen en tres meses de 800 a 50 semanales

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

En Liberia llevan más de un mes sin contagios y solo hay 10 enfermos

20 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La OMS cree que lo peor del brote del ébola en África occidental ya ha pasado. Si en diciembre se estabilizaba el número de casos semanales -que desde el verano se multiplicaba con cada recuento-, con el año nuevo la caída de la cifra de contagios se hizo incontestable: así, de los 800 nuevos pacientes detectados cada semana de octubre se ha pasado a 54 en lo tres países de África occidental más afectados; pero además, en Liberia llevan desde el 8 de diciembre sin novedades y solo quedan 10 casos confirmados, frente a los 300 nuevos de hace tres meses. En Guinea se barajan las mismas cifras que en agosto, en Liberia se dan los mismos casos que en junio y Sierra Leona, sin duda el país más descontrolado de los tres, tiene los niveles de finales de agosto.

Todos los indicadores son esperanzadores: Mali está oficialmente libre de la enfermedad, tras 42 días sin ningún caso, aunque su brote fue mínimo, 8 infectados, de los que 6 murieron; la cifra fue baja gracias a la intervención de las autoridades, ya que hay que recordar que la muerte de una sola persona -un curandero de Sierra Leona- acabó estando vinculada a 365 fallecimientos más por el contagio en cadena. Pero si en el triángulo Sierra Leona-Guinea-Liberia el brote se disparó inicialmente, en otros países del entorno, con una mejor estructura sanitaria y ya avisados de lo que podía ocurrir, se evitó la expansión del virus: en Senegal hubo un infectado, pero nadie murió, y en Nigeria un enfermo llegó a Lagos (16 millones de habitantes) y acabó provocando 21 casos y 8 muertos al inicio del verano.

A la situación actual se ha llegado al implicar a toda la sociedad, dice la OMS, pero sin duda ha sido el esfuerzo de los sanitarios, tanto locales como llegados del exterior, la raíz del cambio de tendencia. Por ejemplo, hay 27 laboratorios funcionando en los tres países para analizar las muestras que les llegan, y en pocos días se abrirán tres más; y entre el 84 y 99 % de los contactos de los enfermos son monitorizados. El precio que se ha pagado es muy alto: 825 sanitarios se infectaron y casi 500 murieron. Ayer se informó del fallecimiento de un enfermero cubano, aunque, como su compañero médico muerto anteriormente, fue víctima de la malaria y no del ébola.

Lo peor que queda de este brote es la irregularidad en la atención: en 33 distritos de Guinea (que tiene 38) se celebran entierros seguros, igual que en todo el territorio de Liberia, pero en Sierra Leona las cosas son muy diferentes, solo en 8 de los 14 distritos se monitoriza a los contactos de los fallecidos. También el número de camas es irregular: aunque hay dos disponibles por cada caso confirmado, estas se encuentran en zonas concretas, a veces lejos de los pacientes.

Por eso no es de extrañar que aunque las cifras oficiales hablen de una mortalidad del 40% (8.426 fallecidos de 21.296 casos), la OMS calcule que ronda el 60%.