Descubren el primer fármaco que actúa como protector del riñón

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Bloquea la toxicidad de otras terapias que causan fallo renal

03 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Es aconsejable retirar una medicación efectiva contra el cáncer por otra menos selectiva, pero que a cambio es menos tóxica para el riñón?, ¿o interrumpir un tratamiento contra el sida por el mismo motivo?, ¿o anular un trasplante porque la medicación que debe recibir el paciente es muy agresiva? Disyuntivas como estas u otras parecidas son habituales en la práctica clínica. Y lo son porque el riñón, el encargado de eliminar los desechos del organismo, no tiene quién lo proteja. A diferencia del estómago, para el que, salvando las distancias, sí existen protectores gástricos, este órgano esta indefenso ante la toxicidad de determinados fármacos habituales en medicina. Es un problema en vías de solución gracias a una molécula descubierta por investigadores del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid que actúa como escudo frente a las agresiones. La cilastatina, que ya ha sido patentada y adquirida la licencia por la biofarmacéutica Spherium Biomed, que empezará los ensayos clínicos en humanos el próximo año, se convertirá, dado los buenos resultados previos, en el primer nefroprotector que ayudará a frenar el fracaso renal agudo de los pacientes, que en más del 40 % de los casos está generado por los efectos secundarios de los tratamientos farmacológicos.

El fracaso renal lo padecen el 7 % de los pacientes hospitalizados y entre el 36 % y el 67 % de los enfermos críticos, lo que provoca que se alarguen los ingresos hospitalarios y se multipliquen por tres los costes sanitarios. El nuevo tratamiento también abre la posibilidad de mejorar y ampliar las terapias más eficaces, actualmente conocidas, para enfermedades como el cáncer, el VIH o inmunosupresores utilizados para evitar el rechazo en los trasplantes, así como el uso de antibióticos que en determinados pacientes no se pueden emplear debido a su alta toxicidad renal. 

«Es un fármaco inocuo»

Los investigadores, dirigidos por el doctor Alberto Tejedor, empezaron a trabajar en la década de los 90, cuando observaron que un antibiótico, el Tienam, de uso habitual en los trasplantes, no solía originar daño renal. Incluso descubrieron, tras realizar un metaanálisis de los datos obtenidos en diferentes países, que era capaz de reducir el riesgo de diálisis en un 72 %, y la lesión renal aguda en un 50 % en pacientes con trasplante cardíaco, pulmonar y renal. Pero la comunidad científica desconocía que este efecto benéfico se debía a la molécula cilastatina, lo que sí lograron detectar los científicos españoles. «Hemos tenido que trabajar en secreto para proteger nuestro hallazgo y entenderlo», explica Tejedor.

Para ello analizaron los efectos protectores de la molécula en células y, posteriormente, en animales. Fue cuando comprobaron que era capaz, por sí sola, de frenar la progresión del daño renal, sin que se viese afectada la eficacia de los medicamentos. «Es un fármaco inocuo, no quita poder terapéutico y protege a los riñones, ya que, aunque no impide el fracaso renal, sí bloquea su expansión», constata Alberto Lázaro, otro de los diez investigadores del Gregorio Marañón que participaron en el trabajo durante los últimos años.

La empresa Spherium Biomed iniciará los ensayos clínicos en humanos en el 2018. «Esperamos que en un año o año y medio podamos disponer de el. Hemos completado la fase de desarrollo y, además, la de seguridad nos ha venido rodada gracias al metaanálisis realizado, que nos ha confirmado que no es tóxico», asegura Alberto Tejedor.