Los hospitales se abren para que los niños estén acompañados las 24 horas

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

CESAR QUIAN

Los centros gallegos ya permiten que los padres estén en las UCI o en reanimación

18 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La revista científica de la Sociedad Española de Enfermería de Urgencias publicó un artículo sobre el niño hospitalizado en el que, de manera resumida, refleja cómo se ha tratado al menor ingresado en los centros sanitarios. Hace más de 30 años se comprobó en Inglaterra que las caricias y los arrullos eran lo único que funcionaba en ciertos bebés para que aumentaran de peso. Con anterioridad a los años 50, la hospitalización de los pequeños con separación forzosa estaba argumentada «científicamente». Un argumento que hoy no soportaría un mínimo debate. El acompañamiento de los niños ingresados en el hospital es una realidad que además favorece la recuperación de los pequeños.

Hace unos días el departamento de salud de Portugal instó a los hospitales a que desarrollen medidas antes de final de año para que los menores puedan estar acompañados por sus padres en las cirugías, en concreto hasta el momento de la anestesia y en la sala de despertar. ¿Y qué hacen los hospitales gallegos? ¿Se han adaptado a las necesidades de los niños y de sus familiares? Lo cierto es que van por delante de los centros lusos.

Todos los consultados permiten a los padres estar con los pequeños hasta que entran en quirófano y desde el momento en el que salen. En el CHUS, por ejemplo, recuerdan que los progenitores pueden acompañar a los pequeños en la sedación previa, ya no en quirófano, y desde el momento en el que salen. En el Chuac, la Fundación Theodora lleva a cabo un programa los miércoles que consiste en que los payasos acompañan a los niños hasta la llegada al quirófano para que estén más tranquilos, y siempre y cuando estos quieran.

En cuanto a los ingresos, las unidades de pediatría están totalmente abiertas a los familiares durante las 24 horas. Es más, deben acompañar al menor. De hecho en el complejo hospitalario de Pontevedra hay un programa de respiro familiar para que sean los voluntarios de Cruz Roja los que estén con los pequeños si por alguna circunstancia la familia no puede.

M.MORALEJO

Algo similar ocurre tanto en los servicios de neonatología y en las UCI pediátricas, en donde manteniendo un cierto control, los padres pueden estar permanentemente con sus hijos en todos los centros del Sergas. Pontevedra no tiene UCI pediátrica y el Álvaro Cunqueiro acaba de abrirla 24 horas a los padres, dentro del plan de humanización del hospital. La Unidad de Cuidados Intensivos de neonatos en Santiago fue la primera en permitir a los padres estar 24 horas con sus pequeños y en Ourense, por ejemplo, la UCI pediátrica está abierta todo el día a que los padres entren por turnos, no juntos, e incluso hay tramos horarios en los que pueden estar ambos y se deja entrar a niños mayores de diez años. Eso sí, el objetivo es que los pequeños vuelvan a casa cuanto antes.

Cuatro centros gallegos tienen la acreditación de Unicef de apoyo al parto y la lactancia

El contacto de los padres con sus hijos cuando estos están ingresados empieza ya en el parto y durante los primeros días de vida del menor. En este sentido cada vez los centros hospitalarios favorecen más el contacto de la madre y el recién nacido y el apoyo a la lactancia materna. Cuatro de ellos ya cuentan con distintas fases de la acreditación Ihan de Unicef. Cuando se creó, en 1992, significaba Hospital Amigo de los Niños, y ahora Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia. 

Partos

O Salnés, el primero en lograr la acreditación. Es uno de los diecisiete hospitales españoles que ya cuentan con esta acreditación que Unicef puso en marcha no solo para fomentar y apoyar la lactancia materna sino para que cuando la situación clínica de madre e hijo lo permita, la atención al parto respete la creación del vínculo materno filial. Otros tres centros, el CHUS, el hospital de Barbanza y Nuestra Señora de Fátima de Vigo, están en la primera fase de este proceso de acreditación. A mayores, los hospitales, en las unidades de neonatos, animan cada vez más a las madres a realizar el llamado método canguro con sus pequeños, poniéndolos encima, lo que ayuda a la recuperación de los niños prematuros; y el contacto piel con piel tras el parto, que ayuda a ambos a relajarse. 

Actividades

Desde conciertos a visitas especiales. Para mejorar la estancia de los niños en los centros hospitalarios son muchas las actividades que se organizan, bien puntuales o sistemáticas. Por un lado están las aulas escolares o escuelas infantiles para los niños que deben permanecer durante estancias largas, pero también hay salas de juegos o bibliotecas. Los hospitales colaboran con numerosas asociaciones y fundaciones que llevan a cabo actividades que hacen la estancia de los pequeños más amena. Un ejemplo es el Chuac de A Coruña, que tiene acuerdos con más de una docena de entidades como la Fundación Abracadabra, con magos que visitan regularmente a los niños; la asociación de fans de Star Wars de Galicia, que lleva a cabo actividades educativa y lúdicas relacionadas con la conocida saga; o por ejemplo con el campeón de rubik de España, Ernesto Fernández, que actualmente realiza talleres para los padres y niños ingresados en el hospital. 

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«La presencia de los padres mejora y ayuda a una pronta recuperación de los pequeños»

Conocen a sus hijos, los tranquilizan y calman su ansiedad. En general, explica el responsable de pediatría del Chuac, Jerónimo Pardo, los padres ejercen una labor importante al acompañar a sus hijos en el hospital. 

-¿Es útil que estén los progenitores?

-Claro, en una operación, cuanto antes puedan pasar a ver al niño y estar con él, mejor. Depende de lo despierto que esté, pero si está totalmente despierto siempre tranquiliza la presencia de sus padres.

-¿El acompañar a los menores tiene incluso efectos en su salud?

-No me atrevería a decirlo rotundamente, pero está demostrado, en relación al dolor, que hay medidas no farmacológicas que contribuyen. Está demostrado que hay una serie de medidas que disminuyen la necesidad de fármacos, puede ser por ejemplo algo visual, que hace que el niño esté distraído, y por supuesto el hecho de que esté acompañado contribuye a un mayor bienestar del pequeño, y a un menor nivel de ansiedad. Muchas veces la molestia es más como la percibimos que algo que sentimos objetivamente, y por supuesto que la presencia de los padres mejora y ayuda a una pronta recuperación de los niños.

-¿Y lo hacen bien?

-Lo hacen bien el cien por cien. Los padres siempre, ante este tipo de situaciones, se sobreponen. En general, y salvo alguna situación excepcional, habitualmente su presencia acompañando a los niños siempre es positiva.

-¿Pueden estar en todas las unidades?

-Aquí se acompaña a los niños hasta el antequirófano, y después en reanimación ya pasan a verlos. Hay bastante libertad para entrar y acompañarlos aunque tampoco están permanentemente con ellos. En UCI y neonatos pueden estar prácticamente en un régimen de apertura total. Lógicamente no pueden entrar veinte personas a la vez porque eso repercutiría en los otros pacientes, pero con las limitaciones que supone garantizar el bienestar de todos los pequeños, no tenemos ninguna restricción.