La torre de Torés, salvada por sus vecinos

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Alberto López

Consiguen que la Casa de Medinaceli la ceda por 99 años y una donación de 40.000 dólares desde Los Ángeles

17 nov 2017 . Actualizado a las 22:30 h.

La torre de Torés, en As Nogais, es un ejemplo de que cuando la sociedad civil se moviliza por una causa justa ante la parálisis de las administraciones se pueden alcanzar resultados positivos. La Asociación de Veciños de Torés ya había conseguido hace unos años que se hiciesen trabajos de limpieza que al menos dejaron al descubierto los restos de un castillo, datado en la segunda mitad del siglo XIV, y que las visitas al monumento aumentasen en un 80 %. Aquella iniciática movilización tuvo consecuencias visibles, como fueron la celebración de actos de la familia propietaria de la torre, la Casa de Medinaceli, la cesión del monumento al Concello por 25 años o la donación de 6.000 dólares de Carmina Bolaño, una residente en Los Ángeles, descendiente de la familia Bolaño Ribadeneira, propietarios iniciales de la torre.

Pero fueron pasando los años y la maltrecha torre comenzó a mostrar cada vez más grietas, llegando a caer alguna de sus piedras, a pesar de que el Concello la tenía cedida y de que al ser un monumento BIC la ley exige un mínimo de mantenimiento. En febrero de este año, la asociación vecinal con el apoyo del Colectivo Patrimonio dos Ancares pidieron por escrito al Concello y a los grupos de la corporación medidas urgentes para evitar la ruina. «O alcalde comprometérase a acometer as obras de restauración para poñer o castelo en valor, pero o único que se fixo foi limpar a maleza que cubría os muros, o que, segundo o noso entender, máis que arranxar o problema, agravouno», explica el historiador del grupo de Os Ancares Xabier Moure.

Recogida de firmas

Hace dos meses, los vecinos comenzaron una campaña de recogida de firmas que tuvo una buena acogida. El alcalde de As Nogais, el popular Jesús Núñez, alegó que el Concello no disponía del millón del euros que se necesitaría para restaurar el castillo. «Pareceunos unha escusa para desentenderse do problema, porque nós non queremos un castelo novo, non pedimos a súa restauración, nin reconstrución, só que se actúe para evitar as causas do seu deterioro e que se lle dea difusión», señala Moure.

Ante la falta de respuesta institucional, los vecinos y el colectivo patrimonial se pusieron en contacto con la Casa de Medinaceli, cuya fundación, que preside Ignacio Medina y Fernández de Córdoba, les comunicó que está dispuesta a ceder la torre por 99 años. Los vecinos de Torés creen que de esta manera no habría excusas para que el monumento reciba subvenciones.

Pero además, los vecinos de nuevo volvieron a conseguir el apoyo de Camina Bolaño. Para ellos, esta mujer es un ejemplo que las Administraciones y empresas deberían tomar nota. Esta vecina de Los Ángeles visitó en al menos dos ocasiones la torre - que fue propiedad de Pedro Bolaño Ribadeneira, señor de Torés y Junqueras, en el año 1667- y quedó impresionada por esfuerzo de la asociación vecinal. Además de los 6.000 dólares prometió más aportaciones. No quieren hacer pública la cantidad final que ahora va a aportar esta benefactora -cuyos antepasados, los Bolaño Ribadeneira, ocuparon varios cargos políticos en Centroamérica y en Estados Unidos-, pero sí indican que superan los 40.000 dólares.

Con estas buenas noticias, los vecinos y Patrimonio dos Ancares han pedido al Concello una reunión para tratar el futuro de Torés, ya que es el gobierno local quien tiene que solicitar la cesión por 99 años e iniciar los trámites para las obras. «O potencial turístico do Val de Torés é enorme, á espléndida paisaxe hai que engadir o propio castelo, a igrexa renacentista, o castro da Idade de Ferro e o paso dunha variante do Camiño de Santiago. Que isto saia adiante é labor de todos, tamén dos políticos», sentencia Xabier Moure.