Los gallegos se dejaron tentar por las ofertas especiales del día grande, que abarrotó los comercios y causó colapsos en el tráfico
25 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Era difícil no caer este viernes en la tentación. Cientos de anuncios repicando durante días en la televisión y la radio, grandes pancartas por las calles, números rojos y porcentajes suculentos. El resultado fue el esperado. Ni la lluvia consiguió parar al Black Friday y los gallegos se dejaron tentar en una cita que cada año gana terreno a las rebajas de enero. Hasta el punto en el que algún comprador llevaba cerca de un mes esperando por este viernes. Así lo contaba una joven de 18 años este viernes en la plaza de Lugo de A Coruña, acompañada por su familia. Llevaban varias bolsas y, sin embargo, ningún regalo navideño dentro de ellas. A pocos metros de allí estaba Belén, una lalinense que se regaló a sí misma una chaqueta básica de cuero negra.
Aunque muchos no fueron tras un regalo para colocar bajo el árbol, la estampa en las calles era muy parecida a la que hay en las jornadas previas de Nochebuena. Tiendas abarrotadas, los párkings de los centros comerciales hasta la bandera y largas colas en los accesos a estos. No tardaron en formarse con el mal tiempo, cuando parece que nadie quiere renunciar al coche. Las primeras retenciones pudieron verse desde por la mañana en la rotonda del Marineda City (A Coruña). Las hubo también en el entorno del Pontevella (Ourense), donde hacia las 16.30 horas ya era casi imposible encontrar una plaza libre, o en As Cancelas (Santiago). La Policía Local de Pontevedra incluso hizo un llamamiento para no circular en coche al esperarse una «gran aglomeración de xente» en busca de descuentos.
El centro de Santiago vivió también una jornada de compras con más movimiento del habitual, sobre todo en las tiendas de calzado y textil, que atrajeron a sus clientes con descuentos mínimos de un 20 % y máximos de un 60 %. Pero como indicó Edelmiro Prieto, de Santiago Centro, «se ven más personas curioseando que bolsas en las manos».
En Vigo, el Black Friday ofreció este viernes rebajas de entre un 20 y un 50 %. La mayoría de las tiendas duplicaron el personal para evitar las aglomeraciones de años anteriores, de ahí que la jornada fuera mucho más llevadera para la clientela. Lo más vendido fueron plumíferos y parkas, así como electrodomésticos. Los pijamas se llevaron la palma entre los regalos navideños. Y, para facilitar las ventas, varios establecimientos ampliaron el período de devolución hasta mediados de enero.
Repunte en las ventas
El Corte Inglés confirmó un repunte en las compras de un 30 % en la jornada inaugural. Y, a falta de cerrar este viernes el balance del segundo día, los centros que tiene en Galicia registraron un aumento en las ventas «importante con respecto al 2016», por encima incluso de la media nacional. El número de clientes llegó superar al de un día de Navidad en algún caso.
Aunque la tecnología fue la gran protagonista en el arranque del Black Friday, este viernes fue el día de la moda, con las firmas de Inditex tirando del carro (la web de Zara se llegó a colapsar por un momento cuando dio el pistoletazo de salida a los descuentos).
Información elaborada con la colaboración de M. Vázquez, S. Luaña, L. Penide y M. J. Fuente.