Más del 60 % de los productos de riesgo retirados en Galicia este año eran juguetes

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Fue la comunidad que más artículos infantiles sacó del mercado en el último mes

06 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Muñecas cuyos componentes superan los niveles tóxicos. Sonajeros con piezas demasiado pequeñas que podrían acabar asfixiando a un bebé. Punteros láser que causan lesiones oculares. Jabones de baño con aspecto de muffins o luces navideñas con componentes accesibles que fácilmente pueden provocar un accidente eléctrico. En lo que va de año, la Xunta de Galicia retiró del mercado 36 productos de riesgo. De ellos, el 61 % están catalogados como juguetes, un porcentaje que sube considerablemente respecto al año pasado por estas mismas fechas, cuando apenas suponía el 37 %.

Cuando Papá Noel y los Reyes Magos ya han empezado en muchos hogares a hacer acopio de regalos para arrancar con ellos las sonrisas de los más pequeños de la casa, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), libra una guerra, en colaboración con el Instituto Galego de Consumo, para que los juguetes que lleguen estas Navidades a las manos de los niños cumplan todos los requisitos de seguridad básicos exigidos por la ley y evitar que las fiestas se conviertan en pesadilla.

El trabajo se intensifica por estas fechas, cuando aumenta la demanda y la oferta crece exponencialmente. De hecho, las alertas de artículos infantiles peligrosos que se notificaron a Aecosan por parte de la Xunta ya se dispararon el último mes y Galicia fue la comunidad autónoma que más juguetes prohibió a la venta en noviembre, por encima de Cataluña o Madrid. Fueron cuatro, de los 22 vetados en lo que va de año por los riesgos que entrañaban.

Aunque si hubo una época en la que proliferaron los artículos retirados de las estanterías de los comercios en Galicia fue a partir de febrero.

Los disfraces, pelucas y complementos carnavalescos inseguros también fueron las protagonistas de gran parte de las alertas generadas. Fueron nada menos que 14 entre febrero y mayo. Entre otros, algún gorro para ayudantes de Santa que no cumplía los requisitos de envasado ni de inflamabilidad.

La red de alertas española realizó 489 notificaciones, una media de once cada semana

La red de alertas nacionales realizó 489 notificaciones hasta diciembre, lo que supone una media de once cada semana. Dentro de esta cifra, se incluyen los productos de riesgo detectados en la frontera cuya importación fue prohibida por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición o que la propia marca decidió retirarlos del mercado por seguridad (es el caso, por ejemplo, de una embarcación de recreo de Sea Ray con riesgo de incendio). A lo largo del 2017 fueron 77, un 15 % de todas las alertas.

Entre los artículos inmovilizados en la frontera, había desde guantes de trabajo susceptibles de causar alergias e intoxicaciones hasta cunas de madera con agujeros en los que se podrían quedar atrapados los dedos de un niño. Destaca, también, una decena de modelos de botas de seguridad que no cumplían los requisitos mínimos y se intentaron introducir en el mercado español a lo largo de este año. 

«Made in China»

Según los registros de la agencia española del mes pasado, los productos «made in China» fueron los que más carencias registraron. De los 48 artículos notificados, 30 procedían del gigante asiático, otros seis eran de origen desconocido, cinco de España, dos de Alemania y el resto de Camboya, Corea, India, Francia e Italia.

La solución adoptada respecto a los anteriores fue la retirada del mercado y la prohibición de su comercialización en el 62 % de los casos, se rechazó su importación en el 23 % y en el 15 % de las alertas restantes fue el propio fabricante quien, como obliga la normativa, comunicó a las autoridades de consumo la existencia de posibles riesgos en sus productos y adoptó medidas para paliarlos.