Terapia dirigida, la nueva alternativa para el cáncer de vejiga metastásico

Raúl Romar García
Raúl Romar ENVIADO ESPECIAL / CHICAGO

SOCIEDAD

Europa Press

Se trata un tratamiento más personalizado enfocado hacia aquellos pacientes que expresan una alteración en su ADN

04 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Podría decirse que es uno de los hermanos pobres del cáncer, pese a que el cáncer de vejiga es el quinto de mayor incidencia en España, con entre 12.000 y 15.000 nuevos casos al año. Solo así se explica que durante treinta años solo existiera como único tratamiento la quimioterapia. Hasta que recientemente se vio beneficiado por la irrupción de la inmunoterapia, el refuerzo del sistema inmune para que ataque las células malignas, una alternativa que en los últimos años está provocando una revolución en la oncología. Y se espera aún más. Pero para los pacientes con cáncer de vejiga metastásico tampoco es la panacea. Llega ahora entonces el turno de las terapias dirigidas, un tratamiento más personalizado enfocado hacia aquellos pacientes que expresan una alteración en su ADN mediada por una mutación inducida por el cáncer. Y esta nueva opción se presentó ayer en el congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica (Asco). El nuevo tratamiento, denominado erdafinitib, presentado por la compañía Janssen, filial farmacéutica de Johnson and Johnson, ofrece una respuesta superior a la inmunoterapia en aquellos pacientes que tienen alterado el receptor FGFR, lo que supone un nada despreciable 20 % de todos los casos. Para ellos existe una nueva esperanza, según los datos del ensayo clínico en fase II que se acaba de presentar. «Ofrece una respuesta positiva en el 44 % de los casos tratados con el nuevo fármaco, muy superior a la respuesta de entre el 15 % y el 20 % de los que se benefician de la inmunoterapia», explica Álvaro Pinto, responsable de atención a pacientes de tumores urológicos en el Hospital La Paz de Madrid. «Es el gran avance en el área no en décadas, sino en años», destaca. El tratamiento inhibe la acción de la proteína FGFR, que es lo que provoca la mutación que desarrolla el cáncer. «El tratamiento está dirigido a pacientes con cáncer de vejiga metastásico que hayan fracasado con la quimioterapia», apunta Pinto.

Un 20 % de los pacientes con cáncer de vejiga ya son diagnosticados directamente con metástasis, debido a la agresividad del tumor, mientras que del 80 % restante entre un 30 % y un 40 % acabará recayendo en un proceso que también acabará en la invasión de otros órganos por parte de las células malignas a partir del tumor inicial.