Un verano sofocante... en Laponia

Xavier Fonseca Blanco
XAVIER FONSECA REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Personas toman un baño en el centro de Estocolmo (Suecia)
Personas toman un baño en el centro de Estocolmo (Suecia) HOSSEIN SALMANZADEH / TT | efe

En Galicia desaparece la inestabilidad y el cielo estará más despejado

21 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Este fin de semana reaparece el gran ausente del verano, el anticiclón de las Azores. Hoy ya notaremos su influencia. Desaparece la inestabilidad, el cielo estará más despejado, con nubes en el norte, e incluso ascenderán las temperaturas. Mañana y el lunes regresa la circulación del nordés y, con este viento, el sol y el calor a toda la comunidad. No está tan claro cuánto decidirá quedarse.

Los anticiclones se nutren de aire caliente. Y eso es justo lo que está faltando este verano. En su lugar, un aire más frío ha tomado el control de buena parte del Atlántico. «La verdad es que es muy extraño lo que está sucediendo. Este tipo de situaciones demuestran que el clima depende de muchos factores», reconoce el meteorólogo Juan Taboada.

El origen del aire gélido se encuentra entre Terranova y Groenlandia. Desde ahí desciende en diagonal y acaba formando pequeñas borrascas o Danas (depresiones aisladas en niveles altos), que han estado llegando a la Península una detrás de otra. En esa región del Atlántico norte se está registrando además una anomalía negativa en la temperatura del agua, con valores por debajo de la media. «Una explicación plausible puede ser que desde marzo llevamos viendo mucho aire frío en esa zona del océano y eso puede haber hecho que la temperatura del mar ahí no haya subido», explica Taboada.

Esa burbuja de agua fría podría tener su parte de culpa en la meteorología tan variable que ha estado predominando hasta ahora en Galicia. «Esa anomalía hace que tengamos altas presiones en la zona de las islas británicas y en Escandinavia», apunta. El anticiclón situado en el extremo norte del continente está provocando que el verdadero verano se haya trasladado a la Europa más septentrional: Laponia registra máximas de 30 grados (más de diez sobre lo habitual) y noches tropicales. En localidades de Noruega y Finlandia por encima del círculo polar ártico hay más de 30 grados. La portavoz de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Claire Nullis, explicó que los países escandinavos están alcanzando temperaturas hasta 10 grados por encima de las habituales en esta época del año, e informó de un nuevo récord en el norte de Noruega, donde la temperatura mínima no bajó de los 25 grados la noche del 18 de julio.

«Mientras tanto, las bolsas de aire frío y pequeñas borrascas llegan a Galicia desde el sur de Groenlandia. Esto a su vez provoca que el aire cálido del norte de África no se pueda expandir hacia la Península y, por tanto, las temperaturas en el continente africano son también demasiado elevadas», apunta Taboada. Una ola de calor afecta en los últimos días a los países del norte de Europa, que han registrado temperaturas sustancialmente por encima de la media, sequías y un elevado riesgo de incendios.