«La investigación no debe obsesionarse siempre con la aplicación inmediata»

Marta Otero Torres
marta otero REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

SANDRA ALONSO

José Luis Mascareñas, director del CIQUS, defiende el papel de la química por su gran contribución al progreso y al bienestar

21 feb 2019 . Actualizado a las 13:35 h.

El Centro Singular de Investigación en Química Biolóxica e Materiais Moleculares (CIQUS), es una referencia en el mundo científico. Su director, José Luis Mascareñas, será hoy el invitado de la Fundación CorBI en el Muncyt de A Coruña (19.30 horas) para hablar, precisamente, del papel de la química en la sociedad.

-Dice usted que la química no tiene buena prensa.

-La gente no considera que la química sea precisamente la rama de la ciencia que tenga un mayor prestigio. Pero esta es una opinión equivocada, porque realmente es el campo científico que contribuye más a nuestro bienestar. Muchos de los avances en alimentación, energía, salud, tecnología o materiales están vinculados a la química. Es una rama de la ciencia muy importante desde el punto de vista de su contribución al progreso y al bienestar.

-En fin, que no podemos vivir sin química.

-Hay un famoso vídeo en Internet que se llama Un día sin química. Si lo ves te das cuenta de lo mucho que dependemos de las cosas que ha hecho esta ciencia y que realmente no podría existir un día sin esta ciencia.

-¿Y por qué cree que no hay interés? ¿No se está haciendo bien en los colegios?

-Pues en la escuela no se hace muy bien, porque la química se imparte de una forma bastante memorística, basada en formulación y en leyes. La parte más creativa y divertida de la química digamos que no se imparte, y no lo acabo de entender porque, precisamente, si algo tiene la química es una enorme creatividad. Puede ser muy divertida.

-¿Cuál es el fallo?

-La asignatura se da de forma muy descriptiva, y en bachillerato todo está enfocado a resolver problemas para la selectividad y se insiste poco en todos los beneficios que la química ha traído a la sociedad en muchos ámbitos de materiales, de aislantes, de matices, de telas, de colorantes, de herbicidas... No hay una conciencia en el alumno sobre la relevancia de la química ni sobre las posibilidades que ofrece para seguir haciendo cosas.

-¿A qué se dedica un ingeniero molecular?

-De la misma forma que un ingeniero aeronáutico construye estructuras para que cumplan determinadas funciones, nosotros somos ingenieros moleculares. Lo que hacemos es diseñar moléculas, cosas muy pequeñitas de las que está hecha toda la materia, para que hagan determinadas funciones.

-¿Hay que impulsar más la investigación?

-Yo creo que hay que defender la investigación básica, que pretende avanzar en el conocimiento sin estar obsesionada con que lo que haces tenga una aplicación inmediata. En un momento en el que lo que sirve es lo que tiene una supuesta utilidad inmediata y que incluso a nivel político es lo que se suele financiar. De hecho, muchos de los avances de los que disfrutamos hoy se deben a investigaciones de tipo básico. Esto no quiere decir que no haya que hacer investigación aplicada, claro que hay que hacerla, pero es fundamental no abandonar la investigación que solamente está dirigida a saber más.

Las enzimas que tenemos en nuestras células realizan funciones fundamentales porque inducen transformaciones químicas. Ciertos procesos de nuestro organismo, como el metabolismo del azúcar, no tendrían lugar sin las enzimas.

-¿Qué tipo de moléculas diseña su equipo?

-Nosotros diseñamos enzimas no naturales para que hagan lo que nosotros queremos, no lo que la naturaleza hace. También diseñamos otras moléculas que puedan servir como balas inteligentes que se dirijan a zonas específicas del genoma, que es donde está la causa de la mayoría de las enfermedades. Se trata de que puedan ir a sitios específicos y, en su momento, quizás corregir determinados defectos.

-¿Qué aplicaciones tiene este campo?

-Tendrán aplicaciones en el campo de la salud, del diagnóstico y la terapia, como por ejemplo, para corregir el proceso defectuoso de una enfermedad.

-¿Podrían ser útiles en el cáncer, por ejemplo?

-Uno de los grandes problemas en los tratamientos contra el cáncer es que no tienen selectividad. Los medicamentos actuales normalmente son citotóxicos para eliminar las células malignas de una forma activa. Nosotros diseñamos estructuras que no son activas, que solo las eliminan cuando nosotros les mandamos una señal que las vuelve activas. Al diseñarlos inactivos y tener control sobre su actividad podemos hacerlos más selectivos. Es una especie de medicamento dormido que nosotros activamos en el lugar que tiene que actuar.