Desconectan a Lambert y el tribunal ordena restaurar el tratamiento

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Los padres del francés, en estado vegetativo desde hace once años, intenta evitar que se retire el soporte vital a este hombre de 42 años

02 jul 2019 . Actualizado a las 12:46 h.

 

Vincent Lambert lleva once años en estado vegetativo. Un accidente de tráfico en septiembre del 2008 lo dejó tetrapléjico y en coma. Desde entonces, se ha convertido en el símbolo de la lucha por una muerte digna. Ayer por la mañana los médicos apagaron las máquinas que lo alimentaban e hidrataban. Es decir, comenzaron el llamado «protocolo de fin de vida», que incluye una «sedación profunda y continuada» hasta su muerte. Un proceso que en teoría podría durar entre dos días y una semana. Según los expertos, el paciente no sentiría ni hambre ni sed, ya que para ello hay que tener consciencia. Cuando todo parecía acabado, el tribunal de Apelaciones de París ordenó en la medianoche que le fuera restaurado el tratamiento.

Este enfermero de 42 años no había dejado constancia de sus deseos en vida así que, durante la última década, su familia se ha enfrentado para decidir su futuro. Su mujer, Rachel Lambert, su sobrino y cinco de sus hermanos, han luchado para seguir los consejos del equipo médico y poner fin a lo que denominan un «encarnizamiento terapéutico». Sus padres, Pierre y Viviane Lambert, católicos tradicionalistas, junto a otros dos hermanos, han removido cielo y tierra para evitar la desconexión. Hasta han implorado al Presidente de la República. En una carta dirigida a Emmanuel Macron le pedían que paralizara este «crimen de Estado».

Los abogados de los padres de Lambert presentaron un recurso judicial de urgencia ante el Tribunal de Apelación de París porque consideran que la decisión del equipo médico «no es definitiva». Esta Corte de Apelaciones ordenó en la medianoche del lunes que se restaure el tratamiento para mantenerlo con vida. El tribunal «ordena al Estado francés (...) que tome todas las medidas para hacer cumplir las medidas provisionales solicitadas por el Comité Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad».

Este comité de la ONU solicitó hace unos días al Estado francés que «tome las medidas necesarias para vigilar que la alimentación e hidratación» de Vincent Lambert «no sean suspendidas mientras el caso no haya sido tratado por el comité».

Su madre, Viviane Lambert, recibió la noticia «como una gran victoria», según recoge 20minutes. El abogado de los padres de Lambert reaccionaba también indicando que «hemos esperado mucho tiempo pero esta decisión ha llegado».

Según los médicos, este hombre, tetrapléjico y en estado vegetativo, sufre lesiones cerebrales «irreversibles». Aunque puede respirar por sus propios medios, su salud se deteriora lentamente y sin esperanza de que pueda recuperarse. Además, mantienen que su estado no deja «ningún acceso posible a la consciencia»

La eutanasia y el suicidio asistido no son legales en Francia, pero una ley del 2016 permite el fin de los tratamientos en caso de «obstinación irracional», es decir, cuando los médicos, de manera colegiada, consideran que el tratamiento es «inútil, desproporcionado y no tiene otro efecto que el mantenimiento artificial de la vida».

El hospital universitario de Reims anunció la decisión de desconectarlo el pasado 11 de mayo después de que el Consejo de Estado autorizase en abril detener el tratamiento y de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos lo avalase.