El primer vagón de la constelación de 12.000 satélites que impulsa el millonario podrá observarse esta noche a partir de las 22,50 horas
29 may 2019 . Actualizado a las 21:07 h.Si mira al cielo en cualquier noche despejada, a poder ser alejado de los focos de contaminación lumínica, podrá observar hasta 3.000 estrellas. Seis mil si pudiera echar un ojo desde los dos hemisferios. Son las luces naturales del firmamento, a las que a partir de ahora habrá que añadir nuevos invitados. Son los treinta primeros satélites de conocido como tren de estrellas de Elon Musk, el creador de compañías como Tesla y Space X que ahora ha apostado con fuerza por su proyecto Starlink, una constelación de 12.000 satélites con el que pretende proporcionar Internet de banda ancha de alta velocidad a todo el planeta, incluido el rincón más alejado e inhóspito.
Los treinta primeros ingenios, del tamaño de un escritorio de oficina y con un peso de 227 kilos cada uno, fueron lanzados la pasada semana por un cohete de Space X. Aún no están operativos ni han alcanzado su órbita definitiva, pero ya son visibles a simple vista como una luz tenue en el cielo. Es un tren luminoso que hoy -y el tiempo acompañará para ello- también será visible desde el cielo gallego.
Será una buena oportunidad para presenciar un fenómeno artificial que poco a poco irá perdiendo su brillo y que muy probablemente ya no será visible una vez que los satélites se alejen y empiecen a operar. «No se verán como el primer día en que fueron lanzados, pero sí podrán verse como la luz de una estrella débil, de magnitud 3», explica el astrofísico y divulgador Borja Tosar.
La primera ventana para observar el tren espacial desde Galicia se abrirá a las 22,50 horas y se cerrará a las 23,05. Saldrá por el suroeste para pasar luego muy cerca del centro del cielo y se despedirá por el noreste. Habrá una nueva ocasión a la 1,15 de la madrugada del jueves, pero ya no será lo mismo, porque su brillo será menor. Prácticamente imperceptible. El 30 de mayo también saldrá a las 5,25 de la madrugada y el 31 de mayo a las 4,43, según los cálculos que se pueden examinar en la página web especializada www.heavens-above.com. Pero esta noche será la mejor.
¿Qué ocurrirá, sin embargo, cuando los 12.000 satélites previstos estén en órbita? Entonces puede que lo que hoy es una anécdota sea un debate de gran calado. Una constelación de satélites puede brillar en el cielo y contribuir a aportar Internet de alta velocidad a todo el planeta. Pero, ¿estas ventajas superan a los inconvenientes o no lo hacen? No solo suponen un nuevo foco de contaminación lumínica que impiden observar el cielo de forma natural, sino que pueden llegar a suponer una grave interferencia para los telescopios de radio utilizados desde la Tierra por los astrónomos para profundizar en el conocimiento del universo. Pero aún hay más contrapartidas: la enorme basura especial que se acabará generando con el paso del tiempo. ¿Vale la pena?, ¿el espacio se ha convertido en un Far West en el que cualquier millonario pueda hacer lo que quiera? El debate empieza.