El sector apoya la nueva Lei do Xogo y reclama que se restrinja la publicidad

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

XOAN A. SOLER

Respaldan que no se abran más locales y que se separen 300 metros de los colegios

19 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La nueva Lei do Xogo que va a aprobar Galicia cuenta, en principio, con el apoyo del Consejo Empresarial del Juego (Cejuego). La patronal del sector ha tenido acceso al borrador de la norma y está de acuerdo en las medidas que propone para impedir el acceso de menores a las salas, que no se puedan abrir más locales de los ya existentes o que están en fase de tramitación de licencia o que este tipo de establecimientos tengan que estar a una distancia mínima de 300 metros radiales de los centros escolares, el doble de los fijados inicialmente. Hubieran preferido que la forma de medir fuera lineal «pero no nos vamos a oponer porque siempre hemos defendido que la regulación es la mejor manera de tener un sector sostenible y eso es lo que queremos», avanzan.

En lo que respecta a que en Galicia no se vayan a poder abrir más locales que los ya autorizados en este momento -118 salones de juego y 41 de apuestas-, en Cejuego lo ven «razonable» porque entienden que actualmente hay «una burbuja, sobre todo en la percepción social». Creen que es una medida «prudente» y que podría replantearse en el futuro en función de cómo evolucione el negocio.

Lo que sí echan en falta los empresarios del sector son restricciones en la publicidad del juego en los medios de comunicación. No abogan por una prohibición total, pero sí que solo se puedan emitir en horario de adultos, que se regule el contenido de los anuncios, que se prohíba el uso de famosos e incluso que se limite el número de los que se pueden emitir. Están convencidos de que solo así se rebajaría la negativa percepción social que existe sobre su actividad.

Alejandro Landaluce: «La ludopatía no ha crecido en España, sigue afectando a un 0,3 % de la población»

X. M.

El juego se legalizó en España hace 40 años y operó con una normalidad que ha roto el bum de las casas de apuestas tanto en locales físicos como en la Red. La patronal del sector admite que hay una gran preocupación, pero el director general de Cejuego, Alejandro Landaluce, la achaca a una «coyuntura social, mediática y política que distorsiona la realidad».

- ¿Es el incremento de la ludopatía en jóvenes una de esas distorsiones de las que habla?

- Hoy en día se hace un pequeño estudio de quince personas y se dice que la ludopatía ha crecido un 25 % en el último año entre los menores. Si eso fuera cierto, yo no podría salir a la calle. Pero cuando hablamos con la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas reconoce que no ha crecido. Hablas con el director técnico de la más importante asociación española de jugadores rehabilitados, Fejar, y te dice que no ha crecido, que sigue afectando a un 0,3 % de la población y que España es uno de los países europeos con menor índice. Sí que es cierto que hay el temor a que vaya a más y ahí el sector estará de la mano con la Administración para que eso no pase porque somos los más interesados.

- Hay una gran preocupación por el fácil acceso que tienen los menores al juego.

- Los datos reales hablan de que las sanciones por menores jugando son muy pequeñas, entre ocho y diez al año y veinte en Madrid. Son pocos. Ahora, nosotros queremos tolerancia cero en esto. Muchos menores van a querer entrar igual que quieren entrar en una discoteca o comprar tabaco y alcohol. Entonces, habrá que poner controles para que esto no ocurra y en pleno siglo XXI hay herramientas para hacerlo. Ahora bien, tendrán que ser mayores en casinos o bingos y menores en locales más pequeños, porque no son los mismos controles en un aeropuerto que en una estación de autobuses.

- ¿Y en Internet?

- Ahora es mucho más complejo entrar siendo menor, porque tienes que poner el DNI de una persona mayor de 18 años y el pago también exige que sea en la cuenta corriente de un mayor de edad, pero es que se está empezando a hablar de sistemas de reconocimiento facial, pues hay que utilizarlos porque todas esas medidas redundan en nuestro beneficio. Para impedir el fraude de ley y que haya adultos que ayuden a menores a jugar, hay que poner medios efectivos y hoy en día los hay.