La Xunta ha pedido al Chuac un informe de las necesidades de los trabajadores para ajustar los horarios
24 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Mientras a las ocho de la tarde, los balcones se llenan de aplausos a los sanitarios, a Isabel Vázquez, auxiliar de enfermería en el Chuac, le quedan dos horas por delante para acabar su jornada. Ella es una de esas células que combaten la crisis en primera línea. Pero las medidas restrictivas se lo han puesto especialmente difícil. Su dilema es este: trabaja en el Chuac, vive en Cambre, y desde hace una semana se ha quedado sin autobús para volver a casa. Narra así el caso del pasado viernes: «Aunque sigo acabando a las diez de la noche, los protocolos nos hacen estar más tiempo. Al finalizar la jornada tenemos que ducharnos, de ahí volver a la planta donde dejaste tu ropa de calle y marcharte. Así que el viernes, llegué a la parada (en As Xubias, debajo del Chuac) pero el bus no venía. Y pasaban los minutos, y nada. Llamé a un taxi y todos ocupados. Fue desesperante». Finalmente, Isabel encontró apoyo en uno de los operarios de la gasolinera ubicada frente al Materno, quien le consiguió un taxi. «¿Es esto lo que me espera cada día? ¿Acabar una jornada agotadora y tener que gastarme un taxi hasta la Cuesta de la Tapia?». Le ocurre lo mismo a otras compañeras. «No todas tenemos coches, nos parece normal que reduzcan frecuencias y que la gente se quede en su casa, pero a muchas nos están haciendo una faena», añade. Nieves, trabajadora en el centro de especialidades del Ventorrillo, y con residencia en O Temple, también recurre al bus Calpita para desplazarse. «Mi horario es matinal, pero si me tocase de tarde me pasaría lo mismo», relata. «Tenemos compañeras del entorno de la ciudad que se han quedado sin bus de regreso».
Este periódico se puso ayer en contacto con la Consellería de Mobilidade para conocer las consecuencias del último recorte en las frecuencias de autobuses y la posibilidad de un ajuste. Este lunes por la tarde, desde el equipo que dirige Ethel Vázquez, reclamaron a la Gerencia del Chuac toda la información relativa a horarios y necesidades del personal en cuanto a medios de transporte.
«En canto dispoña da información precisa trasladaralla aos operadores afectados para garantir a atención aos profesionais que están a desenvolver o labor máis esencial nesta situación. As empresas de transporte que operan na comarca da Coruña recibiron xa aviso da previsible neceside de introducir modificacións horarias nos servizos de forma inmediata», indicaron fuentes de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, que recuerdan que en la orden publicada el 16 de marzo, el Gobierno autonómico ya se reservaba la potestad de reclamar nuevos servicios para facilitar la labor de los colectivos que lo necesiten, como es el sanitario.
Y en los supermercados
También empleados de otras profesiones, como los supermercados, son parte damnificada de los últimos recortes en el transporte, no solo en el metropolitano sino también en el urbano de A Coruña. «A mí viene mi marido a buscarme, pero tengo dos amigas que salen de trabajar en Meicende después de que pase el último bus urbano de Coruña y regresan a pie», señala Montserrat.