Los concellos se cierran ante la llegada de turistas

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

Un control de la Guardia Civil obliga a parar a los automovilistas en una de las entradas del municipio de O Grove
Un control de la Guardia Civil obliga a parar a los automovilistas en una de las entradas del municipio de O Grove MARTINA MISER

Agentes de las policías locales y de la Guardia Civil controlan esta Semana Santa la entrada de foráneos que van a su segunda residencia

04 abr 2020 . Actualizado a las 16:42 h.

La idea de que España no se encuentra de vacaciones, sino en una lucha constante contra el coronavirus, ha calado muy hondo en los responsables de los ayuntamientos turísticos gallegos, sobre todo los que suelen recibir en esta época del año la visita de turistas de otras comunidades para pasar unos días de descanso, bien porque tengan una segunda residencia en el municipio o porque quieran evadirse de la rutina.

En la provincia de Pontevedra, concellos como Poio, A Guarda, O Grove o Sanxenxo, y localidades costeras de la ría de Arousa, han establecido controles en las entradas de los municipios para impedir la llegada de foráneos.

La misma situación se produce en los municipios de la costa de la provincia de Lugo, en especial ayuntamientos como Viveiro o Ribadeo.

Las policías locales de esos ayuntamientos han reforzado sus unidades para impedir la circulación de turismos sin justificación. A ellos se han sumado también agentes de la Guardia Civil.

La propia Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) pidió este viernes a la Delegación del Gobierno en Galicia que las fuerzas de seguridad extremen los controles ante los posibles desplazamientos de personas durante la Semana Santa.

El organismo asegura que numerosos alcaldes de localidades turísticas gallegas han expresado su preocupación, ya que están «percibiendo preparativos en segundas residencias en sus correspondientes demarcaciones» para acoger a los desplazados. De hecho, muchos regidores tienen constancia de la voluntad de traslado por parte de los propietarios de esas segundas viviendas.

Ante las posibles consecuencias sanitarias, la Fegamp ha pedido a las autoridades un refuerzo de los controles.