Fabiola García anuncia «centos de probas» para detectar el virus en las residencias de mayores gallegas

Susana Luaña / M. P. V. SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Fabiola García y Alfonso Rueda
Fabiola García y Alfonso Rueda

La conselleira de Política Social aseguró ante la Diputación Permanente del Parlamento que el modelo aplicado en Galicia ante la crisis del coronavirus había sido imitado por otras comunidades

03 abr 2020 . Actualizado a las 21:25 h.

La conselleira de Política Social, Fabiola García, anunció que en los próximos días se van a hacer «centos de probas» para detectar posibles casos de coronavirus en las residencias de mayores gallegas. Lo dijo ante la Diputación Permanente del Parlamento de Galicia, en la que compareció por decisión propia para dar cuenta de la gestión de su departamento en los centros de la tercera edad por la crisis del coronavirus. Fabiola García aseguró que la Xunta no iba a bajar la guardia: «Mentras podamos facer algo polos nosos maiores, non baixaremos os brazos. Négome a que Galicia dea por perdidas ás persoas maiores».

Ante las críticas de los grupos de la oposición, que acusaron a la Xunta de tener abandonados a los residentes y a los trabajadores de los centros de mayores gallegos hasta que se empezaron a detectar positivos, Fabiola García defendió la actuación del Ejecutivo gallego, y aseguró que otras comunidades autónomas habían tomado nota de la actuación de la Xunta ante la crisis del coronavirus e incluso la habían imitado.

La conselleira de Política Social aseguró que el Gobierno gallego tomará «todas as medidas necesarias» en caso de que se detecte alguna irregularidad en las residencias, en las que se habían desarrollado «actuacións pioneiras». Tras intervenir los centros privados de Barreiro, en Vigo, y de Aldán, en Cangas, y crear residencias integradas en Baños de Molgas (Ourense) y en Santiago de Compostela, Fabiola García anunció que en los próximos días se van a hacer «centos de probas» para detectar posibles casos de coronavirus «antes que en calquera outro lugar», si bien admitió que se iban a seguir dando positivos en las residencias de mayores. «Quen diga que ten a fórmula máxica para conseguir un risco cero, minte», aseguró.

La conselleira informó de que se habían registrado 441 positivos entre los 19.500 usuarios de las residencias de mayores y 168 entre sus trabajadores, así como otros 46 positivos entre los 2.900 usuarios de las residencias de personas con discapacidad, y 38 entre sus trabajadores. La Xunta, según indicó Fabiola García, aportó a las residencias 530.000 mascarillas, 12.000 botes de gel desinfectante, 354.000 guantes, 2.000 gafas y pantallas de protección y 65.000 batas, mandiles, gorros y calzas para completar los equipos de protección individual.

Los grupos de la oposición (PSdeG, Común da Esquerda, BNG y Grupo Mixto) prestaron su apoyo a la Xunta en la gestión de la crisis del coronavirus, si bien criticaron que Política Social no actuase en las residencias hasta que se detectaron casos masivos, que se mantuviese a los trabajadores sin medios y que, pese a la intervención de dos residencias privadas en la provincia de Pontevedra, siguiesen siendo las empresas las que se mantuviesen al frente de su gestión. 

«Filias e fobias»

La conselleira afeó a la oposición que se presentase ante el Parlamento de Galicia con «filias e fobias» sobre el modelo de gestión de las residencias, en relación a las privadas. Fabiola García dijo que lo que las familias necesitaban no eran mensajes de tipo ideológico, sino «tranquilidade». En cuanto a las quejas por la falta de información desde los centros de mayores a dichas familias, la titular de Política Social reconoció que se habían dado algunos casos de residencias «desbordadas» por la situación, pero que la relación ya era fluida tras una nueva ronda de llamadas. «Todos cometemos erros e dos erros sempre se aprende», dijo. De hecho, la instrucción que la Xunta mandó a las residencias fue que se llamase a las 300 familias de sus usuarios. 

Fabiola García acusó al Gobierno central de «desatender» las residencias y aseguró que la gestión ante la crisis del coronavirus había quedado por completo en manos de la Xunta, que había actuado en todo momento de forma «contundente», frente a una vicepresidencia de Asuntos Sociales, de la que es titular Pablo Iglesias, a la que acusó de comportarse como «meros observadores e comentaristas». Según la conselleira, la Xunta aportó mucho más material a las residencias gallegas que el llegado desde el Gobierno central, tanto en mascarillas como geles desinfectantes y otros artículos de primera necesidad para la lucha contra el coronavirus. «En ningún lugar actuose máis rápido que en Galicia», sostuvo la conselleira, quien añadió que en todo momento se había actuado con realismo y responsabilidad. «Espero que vostedes fagan o mesmo», le dijo a la oposición.

Tras manifestar su apoyo a los residentes y a sus familias, así como a los trabajadores de las residencias, Fabiola García dijo que la Xunta seguiría trabajando con ilusión. «Coa mesma ilusión coa que celebramos que a primeira contaxiada nunha residencia galega fora tamén a primeira en recuperarse». 

Rueda vuelve a pedir material al Gobierno

En la diputación permanente del Parlamento de Galicia también compareció este viernes el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda. El número 2 de la Xunta utilizó la tribuna de O Hórreo para volver a reclamar material al Gobierno central. Según su balance, con lo enviado en las últimas tres semanas apenas se cubrieron las necesidades. Así, relató que los guantes recibidos solo permitieron atender las necesidades de 1,4 días (cifró en 524.000 los guantes necesarios cada jornada), las mascarillas dieron para 1,9 días, las batas impermeables para 2 (se utilizarían unas 15.400 cada día) y los geles hidroalcóholicos, para 2,6 días.

«O resto dos días cubríronse con material da Xunta. O día que chegue material do Goberno, recoñecerémolo, pero mentres vamos seguir buscándonos a vida», aseveró, ante las críticas del portavoz del grupo parlamentario socialista, Gonzalo Caballero, que criticó que la Xunta podría haber hecho mayor acopio de material.

Los grupos de la oposición tendieron la mano a colaborar con el Ejecutivo gallego, pero no faltaron las críticas. Así, tanto el BNG como Grupo Común da Esquerda censuraron un adelgazamiento de la sanidad pública gallega. La nacionalista Ana Pontón, en concreto, cifró en 600 las camas perdidas en los últimos años, y las contrapuso con las 400 que se quieren crear ahora en hospitales de campaña. «Tería bastado manter o que tiñamos», aseveró».

Tanto el portavoz del grupo popular Pedro Puy, como el vicepresidente negaron tal desmantelamiento. «Nos últimos anos non se fixeron recortes en sanidade pública, e por iso agora está consolidada», afirmó Rueda.

El alto cargo de la Xunta insistió en la buena respuesta que el gobierno gallego está dando a la crisis, y aseguró que mantendrán su «lealdade» al Gobierno central a pesar de atribuirle «erros que calquera pode ver». «O que toca é arrimar o ombreiro, xa haberá tempo para críticas. Estamos para adaptar á nosa realidade as medidas do Estado, para suplir carencias e cousas que non se están facendo. Pero non cómpre rebelarse contra a Administración do Estado, non leva a nada, Galicia vai ser leal do principio ao final», afirmó Rueda.