La grúa municipal sigue retirando coches de la doble fila pese al escaso tráfico urbano

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

SOCIEDAD

César Quian

Las empresas del sector continúan con servicios mínimos al tratarse de una actividad básica, pero casi sin clientes

04 abr 2020 . Actualizado a las 09:38 h.

El servicio municipal de grúa sigue trabajando. Aunque a medio gas, continúa retirando coches de la vía pública por múltiples motivos. Los empleados de la empresa concesionaria, una UTE formada por Valoriza y Sogesel, confirman que antes de que se decretase el estado de alarma y se limitasen los traslados por carretera realizaban una media de 20 servicios al día. Ahora, con un tráfico casi inexistente en las calles de la ciudad coruñesa, atienden unos cuatro o cinco avisos en cada turno. «Seguimos teniendo tres grúas por turno y la ciudad está dividida en tres zonas: Monte Alto, Os Catros-Juana de Vega y Ronda de Outeiro. Pero es verdad que todo está muy tranquilo», explican representantes sindicales de la empresa.

Aunque la situación es excepcional, los trabajadores explican que siguen produciéndose situaciones irregulares e, incluso, retiran coches apartados en doble fila. «El último caso que atendimos era por un señor que había ido a comprar en coche al supermercado, lo había dejado en doble fila y se había vuelto andando a casa. Se olvidó de llevar el coche», indicaron. También, según indican, hay ciudadanos que no asumen que los supermercados siguen abiertos y dejan su turismo o vehículo en los espacios dedicados a la carga y descarga o en los vados reservados. En todo caso, la mayor parte de las llamadas que en esta semana reciben en la grúa municipal es por coches mal aparcados y que, durante la noche, impiden el giro de los camiones de recogida de basura. 

El sector privado, sin trabajo

«Estamos a medio gas. Como mucho estamos prestando la mitad de los servicios que normalmente cubrimos. Así que, dentro de lo malo no nos podemos quejar». Marcos García trabaja en Grúas Fernández, una empresa situada en el polígono de Alvedro (Culleredo). Explica que están saliendo adelante por pequeñas ventas y trabajos puntuales de taller. «No hay coches en las carreteras, así que el número de accidentes también ha caído en picado. La grúa casi no sale. Lo que nos da un poco de impulso son los servicios a vehículos industriales, camiones... vamos, el transporte de mercancías para supermercados, que es de lo poco que sigue abierto». Explica que el escaso tráfico en los viales, paradójicamente, también les ha llevado clientes a su negocio: «Pues estamos vendiendo más baterías de lo habitual. Si antes te pedían una al día como mucho, o ninguna, ahora estamos vendiendo dos o tres cada jornada». Explica que, después de que los coches estén parados tantos días en los garajes, las baterías se descargan o se estropean. «También nos vienen muchos porque se les pincharon las ruedas», indica.

Servicios mínimos

Óscar Pérez, de Acceso Auto Sada, confirma el escaso trabajo que tienen y que siguen abiertos, con servicios mínimos, para las urgencias y para rematar trabajos que tenían pendientes. «Intentamos evitar un ERTE. Somos dos socios y un empleado, y tenemos trabajo acumulado para ir tirando dos semanas más. Pero después no sabemos qué vamos a hacer. Y ya veremos qué pasa también cuando termine todo esto», comenta.

Sin poder pasar la ITV

La situación de Abelardo Sánchez, fundador de Grúas y Autoventas Betanzos S.L. («hace 60 años», como puntualiza este empresario que ya ha cumplido los 79). Indica que está teniendo que rechazar los pocos servicios de grúa que le están requiriendo porque se ha quedado sin vehículo. «Hicimos una grúa de 18 toneladas que tenía tan solo pendiente pasar la ITV para ponerla funcionar. Y como las ITV han cerrado, no podemos ponerla en la carretera. Tan solo a falta de ese trámite comenzamos desarmar la antigua. Así que ahora estamos sin ninguna». Explica que la otra parte del negocio, la de venta de camiones, también se ha cortado de forma radical. «Así que estaremos cerrados al menos hasta el día 13. Estamos todos metidos en un problema muy gordo», comenta.

Justo Eiranova, de Grúas Eiranova, explica que mantienen abierto el negocio con base en el polígono de A Marisqueira tan solo con servicios mínimos para atender casos de urgencia y con dos personas de guardia. «Somos una empresa privada y podríamos cerrar, pero sabemos que en un momento dado podemos ser necesarios. No circulan coches, solo los transportes de logística. Así que estamos realizando un 2 % del trabajo que habitualmente tenemos», explica. Confirma que a pesar de estar en una zona industrial, con muchas naves y empresas, «ahora ya no ves pasar a nadie en coche. Los primeros días tras decretarse el estado de alarma sí que había movimiento, pero ahora no hay tráfico. Tan solo alguna furgoneta de vez en cuando», indica.