Técnicos de telecomunicaciones expuestos al COVID-19: «Seguimos yendo de casa en casa como si nada»

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez RIBEIRA / LA VOZ

SOCIEDAD

MARCOS CREO

Instaladores de redes informáticas denuncian que les obligan a trabajar sin medidas de protección

04 abr 2020 . Actualizado a las 18:57 h.

El sector de las telecomunicaciones es uno de los que no se ha visto forzado a parar su actividad por el estado de alarma, porque se considera un servicio esencial, y más en un momento en el que muchas empresas han implantado el teletrabajo para dar cumplimiento a las medidas de confinamiento. Con todo, el Gobierno limita su actividad al establecer que «no se realizarán por los proveedores de servicios de comunicaciones electrónicas campañas comerciales extraordinarias de contratación de servicios que requieran la portabilidad de numeración, en la medida que puede incrementar la necesidad de los usuarios de desplazarse físicamente a centros de atención presencial o de realizar intervenciones físicas en los domicilios de los clientes para mantener la continuidad en los servicios».

En este contexto, técnicos de telecomunicaciones de la comarca denuncian que están expuestos a contagiarse: «Seguimos yendo de casa en casa como si no pasase nada».

Los instaladores aseguran que el ritmo de trabajo no ha bajado desde que se decretó el estado de alarma. A falta de portabilidades, las compañías realizan nuevas altas y eso les obliga a visitar una media de entres seis y siete viviendas al día, aseguran, sin dotarlos apenas de equipos de protección: «Esíxennos ir a domicilios particulares, dar altas e reparar avarías e incidencias sen ter en conta o risco que corremos».

Algunos técnicos afirman no haber recibido material de protección alguno. En otros casos, sí les dieron guantes y desinfectante «y una mascarilla que duró dos días», un equipamiento que consideran insuficiente, sobre todo porque se ven obligados a estar en contacto con muchas personas a lo largo del día: «La gente cree que está a salvo en sus casas y no toma medidas de seguridad, lo cual es un riesgo para ellos y para nosotros».

Protocolo de actuación

Alguna de las empresas encargadas de la instalación de servicios de telecomunicaciones hizo llegar a sus empleados un protocolo de actuación con medidas como llamar previamente al cliente para asegurarse de que no haya restricciones motivadas por el COVID-19, extremar la higiene de manos, evitar tocar lo que no sea necesario o mantener la distancia de seguridad. Sin embargo, esto no siempre es fácil de cumplir: «La gente se acerca a mirar qué estás haciendo aunque le pidas que no lo haga, y para hacer nuestro trabajo tenemos que tocar muchas cosas».

Aseguran que son cientos de técnicos los que cada día se ven obligados a entrar en diferentes domicilios para realizar instalaciones porque no pueden negarse: «O te arriesgas a perder el trabajo o a contagiarte».

Propagación del virus

Esta situación no solo les expone a una posible infección, sino que los convierte en potenciales propagadores del virus, tanto entre sus clientes como entre sus propias familias.

Por todo ello demandan que las empresas limiten la obligación de realizar visitas domiciliarias a situaciones de emergencia real y que, cuando sea inevitable ir a una vivienda particular, se garanticen las medidas de protección necesarias.

Por otro lado, hacen un llamamiento a la ciudadanía: «La gente no es consciente del riesgo y le da igual que puedas contagiarla, quiere tener Internet en casa, pero no es un producto de primera necesidad».