La sanidad libra su más dura batalla

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

XOAN A. SOLER

Más de 60 personas fallecieron ya en los hospitales por la nueva enfermedad, que superó en los días más complicados los 200 ingresos, 25 en cuidados críticos, e infectó a 149 profesionales

28 abr 2020 . Actualizado a las 23:59 h.

Más de 60 personas fallecieron ya en los hospitales del área sanitaria por covid-19. El sistema de salud batalla duro contra la nueva enfermedad, de la que se confirmó el primer paciente el 11 de marzo, y el 22 de marzo su primera muerte. El 4 de abril se detectaron 122 nuevos positivos, el máximo en un día; el 6 de abril 202 ingresos y el récord de 25 en unidades de cuidados críticos; ese mismo día se dieron las 60 primeras altas de personas curadas tras superar la dolencia en su domicilio; el 17 de este mes hubo 5 muertes en 24 horas; el 21 falleció, con 35 años, el músico y actor Esteban Yáñez, el óbito más joven hasta ahora; y el miércoles 22 había 1.081 positivos a tratamiento, la cifra más elevada en una jornada, y desde entonces descienden. El Sergas comunicó anteayer al Comité de Saúde Laboral que hay 149 profesionales infectados, 139 de atención especializada y 10 de primaria «e non sabemos se houbo máis, xa curados», dice Xabier Alvedro, representante laboral; y 39 más con permisos para consulta o para realizar la prueba PCR. Los sindicatos insistieron en pedir más medios de protección y forzaron la intervención de Inspección de Trabajo.

«Es una alegría cada alta, cada vez que sale un paciente»

El paciente ingresado por covid-19 «es complicado y difícil», explica Cristóbal Galbán, jefe de la unidad de cuidados intensivos del CHUS: «Lo que más se conoce es que desarrollan insuficiencia respiratoria. Pero por su forma de atacar, y de entrar en la célula, este virus puede afectar a diversos tejidos y órganos, como al corazón, al hígado, al propio cerebro; a los riñones, y hemos tenido más de 15 % de tratamientos de diálisis en la uci; o provoca la pérdida de gusto y de olfato. Es muy importante su afectación vascular, a la coagulación, facilita la trombosis e incluso hemorragias. Y vimos complicaciones parecidas a la sepsis. Es un virus que, aunque haya llamado más la atención la afectación pulmonar, afecta sistémicamente, a muchos órganos», explica.

Además, la recuperación es más prolongada: «Tenemos una estancia media habitual de 7 días; y estos enfermos se van por encima de las 2 o 3 semanas, algunos están con nosotros más de un mes. Es mucho tiempo, mucha pérdida de masa muscular, a pesar de que cuidamos su nutrición. Todos los pacientes ingresados por covid-19 van a necesitar rehabilitación y los de la uci especialmente».

Han asistido a 21 pacientes del nuevo coronavirus «y ya hemos dado altas. Estamos muy contentos. Es una alegría cada alta, cada vez que sale un paciente».

Esta pandemia ha cambiado la forma de trabajar de esta unidad: «En nuestra uci habitual del Clínico asistimos a pacientes de covid-19. Además, en la antigua reanimación del Clínico atendemos a personas con otros problemas de salud; lo mismo que en Conxo, donde desviamos casos que no requieren tanta tecnología como la que tenemos aquí». Respecto a la forma de trabajar «hemos seguido las recomendaciones y tuvimos mínimas bajas hasta ahora. La protección ha sido adecuada. Es incómodo y difícil de acostumbrarse a los equipos de protección individual, pero nos han permitido hacer nuestro trabajo, que era lo importante», sostiene.

Insiste en que «en Santiago la situación no fue tan compleja como en Madrid y otros sitios, pero me preocupa cómo va a resultar ahora la desescalada».

XOAN A. SOLER

«Trabajamos fuerte, con mucho aguante»

«En las farmacias trabajamos fuerte, con mucho aguante, mucha dificultad y mucha preocupación», afirma Pilar Martínez de la Riva. Destaca la atención a las consultas que reciben de la clientela sobre dudas respecto al covid-19 y la inquietud que perciben si no tienen mascarillas, guantes, geles y otros productos que les demandan. «Tuvimos que preocuparnos las farmacias de tener pantallas, hacer mamparas, colocar los mostradores más cerca de la puerta, poner cintas para que las personas no se junten, y otras. Lo hicimos colaborando, llamándonos para buscar la mejor solución», sostiene.

XOAN A. SOLER

 

«Moitas consultas por teléfono son longas»

Olivia Varela, enfermera del centro de salud de Vite, afirma que «non temos máis carga de traballo por esta situación, aínda que ao non vir as persoas ao centro de saúde moitas consultas por teléfono son longas, porque se queren comunicar e fan moitas preguntas polo que está a acontecer, por iso hai consultas telefónicas que duran tanto ou máis que as presenciais», afirma. El trabajo en los domicilios también es distinto: «no que antes se tardaba media hora agora demoramos 45 minutos ou máis, porque nos temos que vestir e mudar. A forma de traballar é máis complicada», manifiesta.

XOAN A. SOLER

«Vencer esta ameaza é unha satisfacción»

Miguel Anxo García, psicólogo clínico del CHUS, está entre los profesionales que apoyan a familiares de personas afectadas «e desde esta semana intervimos progresivamente en unidades con pacientes de covid-19. Vemos elementos comúns a situacións de desastre, e outros novos, como esa ameaza sobre a vida da colectividade. Actuar e ser útil para axudar a vencer esta ameaza é unha satisfacción, por máis que haxa tensión ou frustración en relación aos medios e diversas dificultades», afirma. Califica a las personas confinadas en casa de «damnificadas ocultas, que merecen tamén o noso aplauso».

«Todo o hospital está moi involucrado»

«Esta é unha guerra onde todo o hospital está absolutamente involucrado», sintetiza Jesús Figueroa, jefe de rehabilitación del CHUS, para referirse a la actual situación. Explica que los pacientes de covid-19 que tratan los profesionales del servicio «están fisicamente moi deteriorados, moitos parece como se lles pasase un trolebús por enriba; e cando levan ingresados moito tempo empeoran, precisan unha atención prolongada para recuperar a normalidade. Estamos a ver como nos temos que reinventar, traballar doutra maneira para situacións como esta, temos que aprender todos».