Los síntomas del brote de meningoencefalitis de Sevilla: fiebre, vómitos y diarreas

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Mosquito del virus del Nilo Occidental
Mosquito del virus del Nilo Occidental JOSEPH HOYT | europa press

Once de los 19 enfermos dan positivo al virus del Nilo. Nunca antes se había registrado un brote de este tipo con tantos afectados: los expertos apuntan que el confinamiento y las abundantes lluvias de esta primavera son los responsables del inusual aumento de mosquitos. La enfermedad no se transmite de persona a persona

13 ago 2020 . Actualizado a las 16:50 h.

Once de los 19 casos de meningoencefalitis de Andalucía han dado positivo en el virus del Nilo, una enfermedad que se transmite a las personas principalmente por la picadura de mosquitos y que también puede afectar a pájaros, caballos y otros mamíferos. Hay 17 ingresados, siete de ellos en la uci. Los casos se han detectado en las localidades de La Puebla del Río y Coria del Río, cerca de las marismas del Guadalquivir, la mayoría de ellos en las últimas 48 horas.

Se trata de un brote inédito, propiciado, según los expertos, por el confinamiento y unas abundantes lluvias primaverales que han provocado un aumento inusual de mosquitos. Hasta ahora no se había registrado un brote de este tipo con tantos afectados, explica Jordi Figuerola, investigador de la Estación Biológica de Doñana, director de un grupo de investigación en el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de epidemiología y salud pública y especialista en el virus del Nilo. Lleva desde el 2003 analizándolo. En el 2004 se detectó un caso en Badajoz, en el 2010 dos en Cádiz y en el 2016 tres casos más en la provincia de Sevilla. «Sabemos que, al menos desde el 2003, está circulando en Andalucía, principalmente en zonas naturales, donde no hay humanos, y desde el 2010 se detectan brotes regulares en caballos en distintas provincias andaluzas, como Cádiz, Sevilla, Málaga y Huelva», señala.

El encierro derivado del coronavirus modificó este año rutinas como las de trasladarse al campo. En muchos lugares se acumuló agua donde normalmente no se acumularía o se vaciaría muy rápidamente, como en depósitos destapados o contenedores del campo, mantiene el investigador. Ese agua acumulada ha generado «criaderos de mosquitos», por lo que este verano se están detectando «muchos más que el año pasado por estas fechas».

El brote andaluz de meningoencefalitis tiene como primeros síntomas fiebre, cefalea, cansancio, vómitos y diarreas, «todo muy autolimitado», explicó a Efe Juan González Maestre, jefe de la uci del Hospital Infanta Luisa Quirón de Sevilla. El 80 % de la población a la que le pica el mosquito infectado con el virus del Niño es asintomática, «ni siquiera se entera de la enfermedad», y hay un 20 % o un poco menos que sufre fiebres, cefalea, cansancio, vómitos y diarreas, apuntó el médico, que recomienda ir a un centro sanitario en caso de tener esos síntomas. De los que enferman, la mayoría se cura sin secuelas y un porcentaje «muy pequeño» tienen que ser atendidos en la uci por haber desarrollado una «enfermedad neuroinvasiva infecciosa, como meningitis o meningoencefalitis», añadió. Esos afectados tienen, como síntomas previos, «cefaleas importantes, fiebres elevadas, rigidez de nuca, vómitos y otra sintomatología neurológica, como puede ser confusión, desorientación, y en casos más graves, convulsiones, focalidad motora, pérdida de fuerza o incluso coma».

Esta enfermedad no se transmite de persona a persona, sino por la picadura de mosquitos que previamente han picado a un ave infectada. Cuando es vírica tiene «menos gravedad» que la infecciosa, explicó el médico antes de vaticinar que «el brote estará controlado en poco espacio de tiempo». Los más afectados son mayores de cincuenta años porque no tienen las defensas «perfectamente», lo que sí ocurre con los jóvenes, y suelen tener patologías previas que las debilitan, como diabetes o hipertensión, según González Maestre.