Una irrupción de aire polar en Galicia

SOCIEDAD

MARTINA MISER

Las temperaturas irán descendiendo de forma progresiva a lo largo de la semana hasta quedar con valores bajos para la época del año

23 sep 2020 . Actualizado a las 13:46 h.

Este año el otoño astronómico y el meteorológico se han puesto de acuerdo para entrar juntos. Durante los próximos días el tiempo se encargará de recordarnos que estamos en una nueva estación. Tras las lluvias de ayer, hoy será una jornada de chaparrones generalizados, aunque intermitentes. El cielo alternará, además, nubes y claros. El viento soplará de componente sur y, por tanto, aunque habrá un descenso de las temperaturas, no será muy intenso.

La situación cambia a partir de mañana. La circulación del aire empezará a virar hasta acabar del noroeste. El anticiclón de las Azores y una borrasca situada al oeste de Irlanda se encargarán de crear un corredor del que va a canalizar aire frío de origen polar directamente hasta la comunidad gallega. Este jueves se espera un nuevo descenso de las temperaturas. Las máximas alcanzarán como mucho los 22 grados. Será también otro día de chaparrones generalizados. La diferencia con respecto a la situación que se espera para hoy es que la sensación térmica de frío será más notable.

El viernes la masa de aire frío de origen polar entra de lleno en Galicia. No se espera demasiada inestabilidad atmosférica, salvo algunos chubascos puntuales, pero el viento del noroeste soplará con fuerza, especialmente en la costa y las temperaturas, tanto las máximas, como las mínimas volverán a descender. El termómetro quedará por debajo de los 20 grados prácticamente de manera generalizada. El día será típicamente otoñal.

El sábado las anomalías térmicas continuarán siendo negativas (valores por debajo de la media). En Ourense, los registros más altos no superarán los 17 grados. Además, la lluvia seguirá presente en las cuatro provincias gallegas.

Influencia anticiclónica

El episodio polar no parece que vaya a durar demasiado tampoco. Los modelos están apostando a medio plazo a un regreso de la influencia de las altas presiones y la típica circulación del nordés. De hecho, los vientos del noroeste que van a soplar esta semana y que serán los encargados de arrastrar el aire gélido de origen polar no serían posibles sin la intervención de un anticiclón bien situado y con peso. La semana que viene volvería por tanto el tiempo seco. Eso sí, como el otoño avanza, un cielo despejado a estas alturas del año favorece, por ejemplo, que las mínimas sean bajas y las jornadas empiecen con frío, algo tan natural como el otoño mismo.