Felipe Criado Boado: «Este es el mayor experimento de percepción visual jamás realizado»

El European Research Council (ERC), la Agencia Europea de Investigación, ha seleccionado el proyecto que coordina el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) “Mentes materiales. Estudio de las interacciones entre el cerebro predictivo, los artefactos culturales y la exploración visual” como uno de los 34 beneficiarios de la convocatoria 2020 Synergy Grant, a la que se presentaron cerca de 450 propuestas. Se trata de un ambicioso estudio interdisciplinar que podría confirmar un paradigma científico y filosófico. La investigación, que se desarrollará hasta el 2027, ha sido dotada con una financiación de 10 millones de euros. Está coordinada desde Galicia a través del Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit, con sede en Santiago de Compostela) por Felipe Criado Boado, profesor de investigación del CSIC y presidente de la Asociación Europea de Arqueólogos. Emocionado, Criado Boado agradeció la oportunidad de completar este trabajo que ya lleva seis años de desarrollo junto a Luis Martínez Otero, del Instituto de Neurociencias de CSIC y la Universidad Miguel Hernández. Andy Clark, de la Universidad de Sussex,  y Johannes Müller, de la Universidad de Kiel, participan también del equipo.

—¿En qué consiste la investigación?

—El objetivo esencial es ver de qué forma el entorno que nos rodea y que construimos los humanos influye y determina nuestra mente, cómo influye en nuestros procesos cognitivos. La hipótesis básica tiene que ver con el paradigma de comprensión de la mente que se llama extended mind, la mente extendida, que ha desarrollado Andy Clark, uno de los investigadores del proyecto. Supone que el razonamiento no ocurre solo en el cerebro, sino en la interacción del cerebro y el cuerpo con el mundo. El cerebro es solo una máquina para procesar información. El resultado de ese proceso es la mente. Una de las implicaciones de la teoría de mente extendida es que lo que nos rodea determina el proceso cognitivo, ya que envía estímulos que la mente procesa. Si esto es cierto y si encontramos una metodología para comprobarlo científicamente, confirmaríamos el paradigma de la mente extendida.

—¿Cómo se puede poner a prueba algo tan abstracto?

—Nuestro estudio se basa en la cognición visual, la forma en que los humanos procesan la información visual. Intentaremos confirmar las hipótesis identificando cómo este comportamiento está definido por la forma misma de las cosas, a través de experimentos que permiten simular cómo la mente gestiona los estímulos visuales.

—¿Cómo funcionan estos experimentos?

—La complicación del proyecto está en la parte experimental. Todo el aparato experimental es muy complicado. Vamos a hacer docenas de experimentos con miles de personas en distintos lugares del mundo y distintos estímulos. Lo principal será coger a un grupo de personas de una sociedad y ver cómo reacciona esa gente a, por ejemplo, una cerámica tradicional de su cultura, y luego cómo reacciona a una cerámica diferente de otra sociedad. Estamos planteando el mayor experimento de percepción visual que jamás se haya realizado, en condiciones ecológicas, con control del sujeto y del ambiente en el que se encuentra.

—¿Qué función cumple la arqueología en este proceso?

—La arqueología es central para el proyecto, porque puede aportar al análisis una gran variedad de contextos materiales dispares procedentes de culturas diversas cuyas características sociales conocemos. Trabajando solamente con sujetos urbanos y con culturas contemporáneas, no podrías generalizar esos resultados. Para hablar en general de la mente, necesitas una variedad de contextos distintos. Los dos arqueólogos vamos a aportar una variedad de casos de estudio etnoarqueológicos y arqueológicos. El proyecto permitirá comprender aspectos importantes de esas culturas, incluyendo problemas cognitivos y simbólicos que habitualmente no se pueden estudiar o, también, cómo se conforma y cómo cambia el estilo de los elementos materiales en relación con procesos cognitivos de aprendizaje, atención y planificación.

—¿Qué tipo de aplicaciones tendrá la investigación?

—Se podrá comprender mejor la respuesta de las personas a estímulos visuales, pudiéndose predecir las reacciones de las personas a distintos estímulos, por ejemplo, la publicidad. Un paso más allá será a su vez ofrecer una ayuda enorme en robótica, donde la visión artificial es importante. A partir de estos resultados se podrán programar mejor los robots. Y los resultados no serán manipulativos porque es una investigación pública, y estará disponible para la gente en repositorios públicos. Si lográramos definir cómo responde la gente a algún estímulo y una empresa lo utiliza, otros organismos entenderán cómo lo utilizaron y podrán deconstruir esas aplicaciones.

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