«Retrasan seis semanas a vacinación de miña nai porque é dependente, non pode ir ao ambulatorio»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Foto de archivo de una mujer de espaldas
Foto de archivo de una mujer de espaldas CEDIDA

Un vilalbés explica que la anciana, de casi 94 años, tiene patologías previas y está encamada

06 mar 2021 . Actualizado a las 18:52 h.

La madre de Carlos Gómez está a punto de cumplir 94 años. Encamada y dependiente, «ía recibir a primeira vacina contra o coronavirus, pero ao non poder ir a centro de saúde porque está na cama, dixéronme que sería dentro de seis semanas cando viñeran poñerlle a inxección», explica con indignación. La situación de esta anciana es la misma que atraviesan otras muchas personas de la provincia de Lugo.

«Vivo con miña nai e polo momento fomos escapando do virus tanto eu como a miña muller. Se non, de contaxiar a unha persoa tan maior estaríamos sentenciándoa a morte. Ademais, ela é diabética, ten patoloxías e hai 20 anos que está subscrita á insulina», relata este vilalbés, que vive a poco más de un kilómetro del centro de salud de la capital de Terra Chá.

Cuenta también Carlos que él y su mujer levantan a su madre de la cama «a duras penas e entre os dous» y relata que tenían mucha esperanza puesta en la vacuna ya que este matrimonio regenta un albergue que, actualmente, está cerrado por la pandemia, «pero en canto teñamos que abrir, estaremos en contacto con xente, polo que o medo se multiplica».

Sobre todo, lo que relata este afectado es que en numerosas ocasiones le dieron a entender que ante un caso como el de su madre un equipo se trasladaría hasta el domicilio, pero que no conllevaría un retraso a la hora de recibir la dosis, por lo que pide claridad al Sergas.

Esta mujer, de casi 94 años, va a ser la primera de la casa en vacunarse y, cuenta su hijo, «é un gran revés» que el proceso se prolongue ya que el retraso a la hora de recibir la primera dosis lleva consigo una demora de la segunda, que se suministra 21 días después.

Situación similar

Otro lucense y residente en una parroquia de Cospeito pasa por una situación similar. La mujer, vive con su padre, que roza los 100 años de edad y que es dependiente. Ella precisa que lleva varios días intentando contactar con el Sergas para exponer su situación y que de momento no ha conseguido que atiendan a sus peticiones. «Non son conscientes do estrés que isto supón. Entendemos que estean traballando moito, pero só pedimos algo máis de claridade», explica la afectada, cuyo padre lleva encamado más de cinco años y «non é capaz nin de ir só ao baño».

Sin embargo, el Sergas precisa que en casos como este los equipos siempre se desplazan a los domicilios y que los tiempos de espera dependen de la saturación del sistema.