A Pobra, O Grove y Carballeda se mantienen en el nivel máximo de restricciones por coronavirus

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

MONICA IRAGO

El comité clínico decreta el nivel alto en otros diez concellos, entre ellos Cortegada, Padrenda, O Barco Y Rubiá. Quedan algunos flecos por aclarar de este comité clínico, entre ellos medidas para la hostelería y si se amplía el toque de queda

14 abr 2021 . Actualizado a las 16:16 h.

La situación de transmisión del coronavirus no ha mejorado hasta el punto de aliviar las limitaciones, así que los concellos de A Pobra, O Grove y Carballeda de Valdeorras continuarán en nivel máximo de restricciones este viernes. Es una de las decisiones de la reunión del comité clínico en la que se ha valorado el impacto de las vacaciones de la Semana Santa en la fotografía epidemiológica de Galicia, que de momento se mantiene estable.

Además, pasarán a nivel alto los concellos de Cortegada, Padrenda, O Barco y Rubiá, ante un incremento de la transmisión del covid-19 en la última semana. Los cuatro municipios tienen, según el último mapa de incidencias publicado por el Sergas, tasas de contagio durante los últimos siete días por encima de de 125 casos por cien mil habitantes y en el caso de Cortegada, esa cifra está por encima de los 250 casos por cien mil. 

Estos cuatro municipios se sumarán el viernes (cuando entran en vigor los cambios en el mapa de restricciones) a Monterrei, Barreiros, Carral, Boimorto, Boiro y A Illa de Arousa, que ya se encontraban en restricciones de nivel alto. 

Al nivel medio descienden O Irixo y  A Pobra do Brollón, y a ellos se suman Cambre, Marín, Meaño, Meira, Muxía, Ortigueira, Ribeira y Trabada, que incrementan su nivel de restricciones. En el caso de Marín, la incidencia a siete días está todavía por debajo de cien casos, pero indica que la progresión llevará al municipio a estar por encima de una tasa de contagio de 150 a 14 días si no se ponen medidas antes.

Algo semejante ocurre con Cambre. Su tasa a 14 días está ya en el umbral de los 150 casos por cien mil, pero la tasa de la última semana es de unos cien casos por cien mil, lo que indica que la transmisión está creciendo.

La misma situación se observa en Ribeira, ya que de los 28 casos de las últimas dos semanas, 21 se han notificado en siete días. La fotografía epidemiológica de Barbanza se ha ido deteriorando tras los brotes detectados en A Pobra y además de Ribeira, Boiro está ya en nivel alto de restricciones.

En el nivel medio de restricciones continuarán también el viernes Meis, Ribadumia, Sanxenxo, Soutomaior, Vilanova de Arousa, As Neves, Gondomar y Vilaboa. 

De este nivel decaen los municipios de Baiona, Noia, O Carballiño y Rábade, cuya situación epidemiológica les permite pasar al nivel medio-bajo, en el que estarán enmarcados el próximo viernes el resto de municipios de Galicia.

Quedan por cerrar todavía algunos flecos de este comité clínico, entre ellos si finalmente se opta por retrasar una hora las restricciones de movilidad nocturna y regresar a las 23 horas, horario en el que se situaba Galicia hasta la irrupción de la tercera ola. El presidente de la Xunta también había adelantado la semana pasada que cabía la posibilidad de revisar el cierre perimetral de la comunidad y sobre la mesa está también la posibilidad de cambios en las restricciones que afectan a la hostelería.

Nuevo repunte de casos activos y contagios en Galicia, mientras se mantiene estable la presión asistencial

Es el quinto día consecutivo en el que se suman infectados, 66 más en 24 horas, hasta los 2.382

U. RODRÍGUEZ

El efecto de la Semana Santa es menos acusado en Galicia que en muchas otras comunidades, pero la subida de casos que gotea estos días se debe al último período vacacional. Cinco jornadas consecutivas de aumento, 66 infectados más en las últimas 24 horas según el balance del Sergas de este martes. En total, hay 2.382 personas pasando la enfermedad, 159 más que hace diez días, aunque por debajo todavía de los casos que había al comienzo de la Semana Santa. Entre las seis de la tarde del domingo y la misma hora del lunes se detectaron 165 positivos -frente a los 126 y los 174 de los dos balances anteriores-. La tasa de positividad sube hasta el 2,7 %, todavía muy lejos del 5 % de límite que marca la OMS para dar por controlada la expansión del virus. Es la segunda más baja de todo el país, solo por detrás de Baleares. La incidencia acumulada también ha experimentado un leve repunte, aunque muy lejos de las acusadas subidas de otras comunidades y del conjunto del país. 75 casos por 100.000 habitantes a 14 días, frente a la media estatal de 199.

Por áreas sanitarias, A Coruña cuenta con 615 casos activos (1 menos), Vigo suma cinco pacientes hasta los 604, Santiago añade 12 y sube hasta los 367. Mayor es el repunte de Pontevedra con 357 infectados (30 más), Ourense tiene 185 (1 menos), Lugo 169 (12 más) y Ferrol 85 (9 más).

En cuanto a la presión asistencial, se mantiene estable con 185 hospitalizados. Los enfermos en la uci son 29 -uno menos-, mientras que hay otros 156 -uno más- en planta. 

El número de víctimas mortales desde el inicio de la pandemia asciende a 2.370, tras el último fallecimiento comunicado por Sanidade a última hora del martes. Un hombre de 60 años que perdió la vida en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (Chuo) y que tenía patologías previas. 

Pedro Sánchez: «El Gobierno no quiere más prórrogas del estado de alarma»

El presidente del Ejecutivo defiende que el escenario es ahora muy distinto al de meses anteriores. «El marco jurídico en el que se van a desenvolver las comunidades va a ser el Consejo Interterritorial de Salud con el filtro de los tribunales de justicia», avanza. Feijoo, sin embargo, ve el estado de alarma como la opción «menos mala»: «Nadie se cree la cogobernanza»

La Voz

El Gobierno de España hace oídos sordos a las peticiones de las comunidades que insisten en continuar bajo el paraguas del estado de alarma más allá del 9 de mayo. No quiere más prórrogas: lo anunció ya Pedro Sánchez la semana pasada y lo corroboró este martes, preguntado al respecto, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Defiende el presidente del Ejecutivo que el escenario es ahora muy distinto al del pasado verano, incluso al de hace unos meses, propicio para dejar la gestión de la pandemia en manos del Consejo Interterritorial de Salud.

«Se ha iniciado un proceso de vacunación que se ha intensificado y se intensificará cada vez más cada semana -señaló Sánchez-. Y además, durante todo este tiempo hemos ido desarrollando una cultura de cogobernanza mucho más intensa». Los acuerdos que se aprueban en el Interterritorial, recordó, «son de obligado cumplimiento», y este va a seguir siendo el marco jurídico en el que se van a desenvolver las comunidades «con el filtro de los tribunales de justicia», subrayó.

Discrepa de su opinión el presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijoo, que ni cree que las comunidades cuenten realmente con esas herramientas jurídicas ni que el momento sea todavía el adecuado para abandonar el estado de alarma, la solución, en su opinión, «menos mala». Sostiene que sin una ley para gestionar la pandemia, la única fórmula es seguir prorrogando un mínimo de garantías para poder tomar decisiones «y no que cada comunidad tome decisiones dependiendo de la ratificación de las autoridades judiciales».

«Hemos visto que en propuestas similares ha habido sentencias no convergentes, y lógicamente no podemos seguir en esta inseguridad jurídica -razona el mandatario-. Hay comunidades que hemos hecho leyes, como Galicia, también el País Vasco y Aragón. La respuesta del Gobierno a la ley gallega es presentar un recurso de inconstitucionalidad. La cogobernanza a la que se refiere el Gobierno no se la cree nadie».

Hasta julio y agosto, advierte Feijoo, seguirá habiendo riesgo de contagio y un considerable impacto en la salud de la gente y la economía. «Hasta que tengamos a toda la población mayor de 60 años vacunada necesitamos instrumentos jurídicos para poder tomar decisiones, decisiones -concreta- que van desde cuarentenar a una persona contagiada hasta minimizar los riesgos que supone la hostería cuando hay una alta incidencia en algún municipio y cerrar perimetralmente ayuntamientos o, directamente, la comunidad». Insiste en que todo este tipo de decisiones necesitan una base jurídica sólida, «y en este momento no la hay porque durante un año el Gobierno no ha querido dictar una ley de pandemias». 

La incidencia del coronavirus en España sigue creciendo en trece comunidades

La falta de datos de Andalucía hace que los contagios caigan a 6.292 y que la incidencia acumulada se reduzca en tres puntos

Melchor Sáiz-Pardo

La cuarta ola de la pandemia presuntamente sigue su escalada en España, aunque hoy fue imposible calcular su evolución exacta porque un problema técnico impidió que Andalucía actualizara sus datos de contagios, lo que distorsionó toda la estadística nacional, hasta el punto de que varios de los indicadores apuntaron una aparente ralentización de esta nueva andanada.

A falta de las estadísticas de la comunidad más poblada del país, lo cierto es que la incidencia acumulada (IA) creció en 13 de las 17 comunidades autónomas. Solo bajó este indicador en Asturias, Cataluña, Comunidad Valenciana y La Rioja, además de en Melilla. En Ceuta se mantuvo idéntico al día anterior.

Este martes 5 territorios siguieron en zona de «riesgo extremo» al superar los 250 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Se trata de Ceuta con 498,80 casos, Melilla con 519,09, Navarra con 425,09, Madrid con 341,44 y País Vasco con 330, 42.

La incidencia nacional, afectada por la falta de datos de Andalucía, cayó algo más de 2 puntos con respecto al lunes, pasando de 199 a 196,2.

También la ausencia de datos de la Junta provocó una caída significativa en el número de casos diarios, que se redujo a 6.292, una cifra engañosa que no se había visto en cualquier caso durante este mes de abril.

Menos presión

Sí fueron fiables y completos otros datos que pusieron de manifiesto que la escalada de esta cuarta ola está siendo más suave y, sobre todo, mucho más irregular. De hecho, la positividad (el porcentaje de pruebas positivas sobre el total) descendió sorpresivamente hasta situarse en 8,02% frente al 8,05% de 24 horas antes. Nunca antes en un momento ascendente de la ola este índice había sufrido un bajón así.

También sorprendió de manera positiva en Sanidad la bajada de la presión asistencial en pleno supuesto aumento de la pandemia. El número de pacientes ingresados por covid, que el lunes superó el listón psicológico de los 10.000, volvió a bajar de las cinco cifras hasta situarse en los 9.953. Igualmente se redujo de un 8,19% a un 7,96% la ocupación de camas por parte de enfermos con coronavirus y disminuyó una centésima (hasta el 21,56%) la ocupación de UCI.

Sanidad además notificó 100 fallecidos en las últimas 24 horas, lo que eleva la cifra total de víctimas mortales oficiales de la pandemia a 76.625.