Los test de antígenos de las farmacias gallegas servirán para ir a bares y pubs

María Hermida
María Hermida REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

CESAR QUIAN

Los farmacéuticos firmaron un convenio con la Xunta y las boticas empezarán el jueves a expedir certificados de los que den negativo. El gran problema es la escasez de pruebas

01 sep 2021 . Actualizado a las 11:55 h.

La semana pasada, la Xunta dio a conocer una medida para frenar el covid que implica un cambio abismal con respecto a la hostelería: los bares y restaurantes ya no se cierran cuando se disparan los casos en un municipio, pero para acceder al interior de los locales hay que presentar un certificado de vacunación, una prueba de covid negativa o un papel que acredite que se pasó el virus en los últimos seis meses. La medida asustó a algunos y crispó a otros, que incluso amagaron con rebelarse ante esta norma. Pero lo cierto es la medida se mira en el espejo de lo que están haciendo en casi todos los países de la Unión Europea. Y que hoy mismo Alberto Núñez Feijoo en que es la única alternativa para que el sector no baje la reja en los municipios donde el covid no da tregua. 

Muy pronto, posiblemente desde pasado mañana, jueves, las personas de entre 13 y 35 años que no estén inmunizadas o no pasasen el covid lo tendrán más fácil para hacerse un test que les sirva para presentar en un local hostelero, llámese un restaurante, bar o pub. Todo de la mano de las farmacias.

Los colegios farmacéuticos gallegos cerraban hoy un convenio con la Xunta, que inmediatamente fue enviado a los colegiados, y que probablemente entre en vigor ya el jueves. Este acuerdo, de estrecha colaboración entre el Sergas y las boticas, hará que los test de antígenos que se venden en las farmacias a precios accesibles -van desde los siete a los diez euros- sirvan para ir a la hostelería. Ya que, si el resultado es negativo, el farmacéutico expedirá un certificado al cliente que así lo pida. 

Se hará al momento

Quienes acudan a una farmacia y soliciten un test pensando en obtener ese certificado, en primer lugar, tienen que firmar un consentimiento (en los menores de quince años deben rubricarlo sus padres), ya que se va a acceder a sus datos -tienen que estar registrados en el Sergas-. Luego, deben de hacer la prueba sin abandonar la botica, es decir, al momento (no se puede llevar a casa). Si da negativo, se le expide un papel, que luego se puede presentar en un local hostelero o en cualquier otro sitio donde se requiera para entrar -en Portugal, por ejemplo, lo piden en los alojamientos turísticos-. Si el resultado del test es positivo, la propia farmacia comunicará al Sergas el resultado. Además, lógicamente, el afectado tiene también el deber de someterse a aislamiento inmediato.

Aparentemente, este convenio facilita las cosas para poder acceder a un local de hostelería -la prueba tiene una validez de 72 horas-. El problema se presentará por la escasez de test. Fuentes de los colegios farmacéuticos reconocen que la demanda está siendo muy alta y que eso llevó a muchas oficinas a quedarse sin existencias a las pocas horas o día de comenzar la venta. Desde el colegio de Ourense señalaban que esperan que el suministro se restablezca pronto. En A Coruña, muchas se quedaron sin existencias y ya están reponiéndolos. Desde Pontevedra manifiestan que, de momento, la distribución no es capaz de servir al ritmo que demandan las boticas, por eso algunas siguen desabastecidas. 

Puede también que no todas las farmacias expidan certificados de los test negativos. Las boticas se apuntan o no voluntariamente al convenio firmado con la Xunta. Muchas ya se empezaron a anotar hoy. Pero habrá que ver si son mayoría las que acceden a prestar este servicio o prefieren apartarse del convenio. 

Saturación en las farmacias por la masiva petición de certificados de vacunación  

Las farmacias gallegas expiden certificados de vacunación en virtud de otro convenio del Sergas y los colegios del gremio. Sí. Pero este servicio se pensó y se puso en marcha para ayudar a las personas no digitalizadas a obtener ese documento. Es decir, para que ciudadanos, fundamentalmente mayores, que no cuenten con un teléfono inteligente puedan obtener el papel sin tener que ir a buscar la llave 365 al centro de salud y, sobre todo, sin perderse en el para ellos inaccesible mundo de Internet. Pero no se preveía que muchas otras personas tirasen de él, como están haciendo. Los farmacéuticos reconocen que les desborda, que hay alguna botica que en un día expidió hasta 150 certificados, como contaban desde el colegio de farmacéuticos de Pontevedra. Y que eso les impide hacer bien el resto del trabajo. Apelan a la responsabilidad ciudadana para evitar este colapso.

 Enseñar a usar la aplicación

Desde A Coruña, la farmacéutica y directiva del colegio Marga Muñoz explica que, ante la avalancha de peticiones de certificados, algunos boticarios están optando por explicarle a los ciudadanos cómo funciona la aplicación del Sergas y qué opciones tienen para obtener ese papel. «Cuando la conocen, ven que es de gran utilidad y que su manejo no es difícil», sostiene Muñoz.