La reina Letizia elige un vestido de H&M para la cena de gala en Suecia

Martín Bastos

SOCIEDAD

La misma prenda también la ha lucido en varias ocasiones la princesa Victoria

25 nov 2021 . Actualizado a las 22:36 h.

Guiño a Suecia de la reina Letizia. Tras deslumbrar en los actos de bienvenida de los reyes de Suecia con una capa y un vestido de Carolina Herrera y un tocado-diadema, por la noche escogió un vestido de H&M para la cena de gala con al familia real sueca. El banquete de gala fue ofrecido por sus anfitriones, Carlos XVI Gustavo y la reina Silvia, en el Palacio Real de Estocolmo, en el que las dos familias reales desplegaron todo el boato y esplendor de dos de las monarquías más antiguas de Europa.

El salón Mar Blanco fue el escenario de la cena, en la que participaron un centenar de invitados, entre ellos, la princesa heredera Victoria, su hermano, Carlos Felipe, y sus respectivas parejas, Daniel y Sofía, en un gesto de la buena relación que une a los Bernardotte y a los Borbones. 

La reina Letizia lució un vestido largo de tul con falda escalonada de la colección H&M Conscious Exclusive Spring Summer 2020, confeccionado con renutm, un poliéster reciclado de alta calidad elaborado a partir de materias primas de tejidos usados. Su precio es de 300 euros. 

Como era de esperar, las reinas y la que será en su día la primera jefa de Estado de la actual dinastía sueca lucieron algunas de las mejores tiaras de sus joyeros. En el caso de Letizia, optó por la Flor de Lis, el emblema de los Borbones, considerada la más preciada de su colección por su diseño y sus brillantes, que fue el regalo de boda de Alfonso XIII a la reina Victoria Eugenia en 1906. 

JUANJO MARTÍN | EFE

Felipe VI exhibió el Collar de la Orden de los Serafines, la más prestigiosa de Suecia, mientras que Carlos XVI Gustavo, también con frac, hizo lo propio con el Toisón de Oro que le concedió Juan Carlos I en 1983, en su único viaje de alto nivel a España con la reina Silvia.

Desde el 2008, cuando estuvieron en Estocolmo los grandes duques de Luxemburgo Enrique y María Teresa, el Palacio Real, uno de los más grandes de Europa, no albergaba una cena de gala de dos monarquías en el marco de una visita de Estado, con lo que el banquete cobró una especial relevancia en cuanto a su suntuosidad.

Antes del convite, el salón Lovisa Ulrika acogió el besamanos con los invitados, con los reyes en el centro y el resto de la familia real sueca en un lado. La única ausente fue la princesa Magdalena, la pequeña de los tres hermanos, que vive en Estados Unidos.

Ninguno de los asistentes portó mascarilla, toda vez que no es obligatoria en el país nórdico y los reyes de España han prescindido de ella durante la visita para ir en consonancia con sus anfitriones.Esta vez no hubo mesa imperial, que se redujo a una presidencia de 19 comensales, con los dos soberanos y sus consortes, la princesa Victoria y su marido.

También estuvo en ella el primer ministro en funciones sueco, Stefan Löfven, el presidente del Parlamento Sueco, Andreas Norlén, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y la de Ciencia e Innovación, Diana Morano, entre otras autoridades. El resto de invitados, con representantes del científico, cultural y empresarial, se repartió por el comedor distribuidos en mesas de cinco con el fin de mantener una mayor distancia física.

El ágape tuvo como platos principales trucha ártica asada, rodaballo salvaje asado con pulpo sueco y montura de reno ahumada con enebro, aderezados con dos tipos de caviar, salsa de ciervo o croquetas de setas. De postre, manzanas de otoño escalfadas cubiertas con caramelo salado, romero y almendras, brioche de hojaldre y helado de vainilla de Tahití.

El viaje de máximo nivel de Felipe y Letizia tiene un carácter histórico, puesto que el precedente fue el que protagonizaron los reyes Juan Carlos y Sofía en 1979.

JUANJO MARTÍN | EFE

A pesar de la buena sintonía entre las dos familias, desde la proclamación de Felipe VI no había habido ninguna visita oficial de un lado u otro.

Como príncipes, estuvieron en Estocolmo en 2005 para inaugurar el Instituto Cervantes y en la boda de la princesa Victoria en 2010. La última vez que coincidieron los reyes españoles y los suecos fue en octubre de 2019 en Tokio con motivo de la entronización del emperador Naruhito. Carlos XVI Gustavo, de 75 años, es el monarca sueco que más tiempo lleva en el trono, 48 años, solo superado por Isabel II, que lleva 69. El actual jefe de Estado del país escandinavo fue proclamado en 1973 al morir su abuelo, Gustavo VI Adolfo, después de que su padre falleciera en un accidente de avión en 1947.

A continuación de la princesa Victoria, es su hija Estelle, de nueve años, la siguiente en la línea de sucesión, por delante de su hermano, Óscar, de cinco, ya que Suecia fue la primera monarquía en abolir la prevalencia del varón.