Àngel Llàcer desvela, entre lágrimas, las secuelas y cicatrices tras su infección: «Me dijeron que o salía sin pierna o no salía»
SOCIEDAD
El presentador de televisión ha reaparecido en una entrevista para la televisión catalana y ha contado el duro proceso sufrido como consecuencia de la infección por la bacteria Shigella en un viaje a Vietnam
22 sep 2024 . Actualizado a las 13:52 h.La vida de Àngel Llàcer cambió para siempre tras un viaje a Vietnam. Allí, el presentador contrajo una bacteria, llamada Shigella, que en muchas ocasiones solo provoca una diarrea, pero que en su caso estuvo a punto de cobrarse su vida. Le causó una fascitis necrotizante que le obligó a pasar hasta cuatro operaciones en la pierna y catorce días en la UCI. «En la segunda intervención, me dijeron que o salía sin pierna o no salía», ha contado el colaborador de Tu Cara Me Suena en una sobrecogedora entrevista en el programa Col·lapse, de TV3, donde no ha podido contener las lágrimas en varias ocasiones al contar el proceso y las secuelas de la enfermedad, tras varios meses sin aparecer en televisión.
El pronóstico era malo porque, según ha detallado, aunque «el gemelo estaba curado, la bacteria siguió subiendo y, si entraba en un órgano vital, se acabó». Recuerda ese momento como uno de los peores de su vida. Tenía la premonición de que no iba a salir de esa, y confiesa que solo le venían a la cabeza sus seres queridos, de los que llegó a despedirse como si no fuera a verlos más. fue uno de los más duros de su vida. «Les dije que se quisieran mucho los unos a los otros», narra visiblemente emocionado, «porque no sabía si volvería a verlos».
Por suerte, el que fuera director de la Academia de OT no perdió la pierna ni tampoco la vida. Y logró salir de esa operación y de las otras a las que se sometió, aunque no con pocas secuelas. Entre ellas, las grandes cicatrices en su pierna, que Llàcer no tuvo ningún reparo en mostrar en el programa.
No han sido las únicas secuelas. La recuperación no ha sido fácil y, según confiesa, tuvo que volver a aprender a caminar, ya que los primeros días no podía ni levantarse de la cama por sí mismo ni tampoco moverse en su propio lecho. «He aprendido a poner a poner un pie delante de otro, literalmente», ha contado, «no puedo saltar ni subir escaleras; solo caminar, y lo hago lentamente».
Llàcer ve el hecho de volver a aprender algo que parece tan natural como caminar como «toda una metáfora» de lo que es su nueva vida tras el trauma causado por la peligrosa infección.
Y no ha dudado Llàcer de agradecer al equipo de fisioterapeutas que le ha ayudado en su largo proceso, que continúa aún a día de hoy, ya que todavía no está recuperado del todo.