Más de 200 excursionistas, atrapados en el Everest tras una violenta tormenta de nieve

La gran turistificación del Everest en los últimos años ha provocado este fin de semana una de las noches de mayor terror en la zona. Coincidiendo con la Semana Dorada china, en la que los ciudadanos del gigante asiático gozan de forma generalizada de siete días de vacaciones, hordas de excursionistas se han lanzado a explorar la zona más elevada del planeta, aprovechando las normalmente propicias condiciones meteorológicas. El resultado: cientos de personas han tenido que ser evacuadas en la zona del Tíbet por una violenta e inesperada tormenta de nieve. 350 de ellas han logrado salir de allí con éxito; pero 200 personas todavía continúan atrapadas en la cordillera, a más de 5.000 metros de altitud.

Las severas condiciones meteorológicas se complicaron en la tarde del viernes y se agudizaron durante la noche en forma de un gran temporal de nieve en el valle tibetano de Karma, en la vertiente oriental del pico más alto del mundo, que sorprendió incluso a los guías más acostumbrados a la zona. Fue, para el fotógrafo y montañista de 27 años Dong Shuchang, «la peor tormenta» que jamás ha presenciado, según declaraciones recogidas por la agencia EFE. «En mis 20 años de experiencia en el Himalaya, nunca había experimentado algo así», contó, «llevábamos impermeable y chaqueta técnica, y a pesar de eso, todo nuestro cuerpo se cubrió de una capa de hielo en apenas unos minutos», ha narrado.

Momentos de terror, en los que su mayor miedo «era perder calor corporal, ya que la hipotermia en la alta montaña puede ser mortal», explicó. Si en unos minutos su cuerpo estaba recubierto de hielo, el efecto en la zona fue de igual intensidad. Durante la noche, la nieve alcanzó un metro de espesor, mientras los guías de montaña pasaban la noche quitándola para evitar que las tiendas quedaran sepultadas. «Intentamos mantenernos calientes como pudimos, aunque una de mis cámaras se congeló y dejó de funcionar», contó sobre su experiencia extrema. Otro de los excursionistas, Eric Wen, que viajaba en un grupo de 18 personas, describió a la BBC esa noche como una pesadilla. «Más de una decena de nosotros estábamos en una tienda grande, pero apenas dormimos». No podían. «Cada diez minutos teníamos que salir a quitar la nieve, porque, de otro modo, nuestras tiendas se nos habrían desplomado encima».

«La nevada fue tan intensa que incluso los yaks, animales que suponen el principal medio de transporte de la zona, quedaron inmovilizados», ha explicado Yixi, un empleado del área turística del parte china del Everest. Si no se libraron los animales acostumbrados a esas condiciones climáticas, mucho menos los turistas, a pesar de llevar la ropa adecuada. Varios de los visitantes no pudieron evitar síntomas de hipotermia.

Las condiciones de la montaña, con una densa capa de nieve, también complicaron las labores de rescate. En la zona se desplegaron cientos de ciudadanos locales y rescatadores para abrir accesos. Gracias a sus esfuerzos, hasta este lunes se han logrado evacuar a 350 personas, que fueron trasladadas al poblado de Qudang, en la localidad de Shigatse, donde se encuentran en buen estado de salud.

Pero todavía hay muchos pendientes de la evacuación. Al menos 200 excursionistas continúan su lento camino, avanzando de forma escalonada a la misma localidad bajo la guía de los equipos de rescate y en contacto con las autoridades del gigante asiático.

Este tipo de tormentas no son comunes en el Himalaya en esta época del año, generalmente seca. Pero no han afectado solo a la parte china de la cordillera. También Nepal sufre estos días lluvias torrenciales e inundaciones que ya le han costado la vida a más de 47 personas desde el pasado viernes.

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