El telescopio James Webb revela imágenes inéditas de una pintoresca nube gigante planetaria. Las nebulosas se forman cuando estrellas como el Sol llegan al final de su vida; tras expandirse hasta enfriarse se desprenden de sus capas externas y exponen sus núcleos incandescentes
23 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Telescopio Espacial James Webb ha publicado una imagen que muestra una extraña criatura cósmica, bautizada como NGC 6537, la nebulosa de la araña roja. Utilizando su Cámara de Infrarrojo Cercano, el aparato de la NASA ha revelado detalles nunca antes vistos en esta pintoresca nube gigante planetaria con un rico telón de fondo de miles de estrellas.
Las nebulosas planetarias se forman cuando estrellas comunes como el Sol llegan al final de su vida. Tras expandirse hasta convertirse en gigantes cuerpos rojos fríos, se desprenden de sus capas externas y las proyectan al espacio, exponiendo sus núcleos incandescentes. La luz ultravioleta de la estrella central ioniza el material desprendido, provocándole brillo. La fase de nebulosa planetaria en la vida de una estrella es tan fugaz como hermosa, y dura apenas unas decenas de miles de años.
En imágenes ópticas, como las del telescopio espacial Hubble, la Nebulosa de la araña roja aparece tenue y azul. Sin embargo, en las instantáneas del James Webb se ve roja: gracias a su sensibilidad en el infrarrojo cercano, se ha revelado una capa de polvo caliente que rodea a la estrella central. Probablemente la orbite, formando una estructura de disco.
Aunque solo se ve una estrella en el corazón de la araña roja, otra estrella compañera oculta podría acechar allí también. Explicaría la forma de la nebulosa, incluyendo su característica cintura estrecha y sus amplios chorros de salida. Esta forma de reloj de arena se observa en otras nubes planetarias, como la de la Mariposa, que el Webb también observó recientemente.
La nueva visión del Webb de la Nebulosa de la araña roja revela además por primera vez la extensión completa de los sus lóbulos extendidos, que forman las patas de la araña. De color azul, están trazados por la luz emitida por moléculas de gas, concretamente por dos átomos de hidrógeno enlazados. Extendiéndose por todo el campo de visión, se muestran como estructuras cerradas, similares a burbujas, que se extienden cada una unos tres años luz. El gas que emana del centro de la nebulosa ha inflado estas enormes pompas a lo largo de miles de años.
El vapor también sale a chorro activamente del centro de la nebulosa. Una alargada forma de «S» púrpura sigue la luz de los átomos de hierro ionizado y marca el lugar donde colisionó material previamente expulsado.