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Granjas avícolas y porcinas, como mínimo a 500 metros de distancia

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

MARCOS MÍGUEZ

El nuevo decreto del sector del pollo prevé cambios que no gustan a los sindicatos

15 sep 2019 . Actualizado a las 19:24 h.

El Ministerio de Agricultura está preparando un nuevo decreto de ordenación del sector avícola. Aunque este proyecto está todavía en fase inicial, en Unións Agrarias han comenzado a organizar una serie de charlas informativas para recoger el sentir de los avicultores gallegos. A la organización agraria le preocupan, en principio, dos cuestiones. La primera, que la nueva normativa incluye a las granjas porcinas en la misma categoría que las avícolas y prohíbe que explotaciones de estos dos tipos estén a menos de 500 metros de distancia. La segunda se refiere al control de la emisión de gases contaminantes, concretamente, al amoníaco. El responsable de Ganadera de la formación, Javier Iglesias, considera que el nuevo decreto está en fase inicial y todavía hay tiempo para cambiar y concretar detalles.

Explica Iglesias que, actualmente, el sector se rige por un decreto del año 2005 y que era preciso actualiza este «para incluír cuestións relacionadas co medio ambiente e a redución de gases contaminantes». Pero esa normativa presentaba otro problema, «que non incluía ás aves de posta». En este nuevo documento ya se incluyen todo tipo de aves, desde pollos y gallinas a codornices, faisanes y patos. La regulación de este tipo de granjas no cambia demasiado en la nueva regulación, pero sí que se producen algunas novedades.

El decreto prevé una reducción de hasta el 40 % de la emisión de gases contaminantes Al sindicato le preocupa especialmente la convivencia entre el decreto anterior y el nuevo y cómo se va a gestionar este paso, pues teme que haya casos de indefensión. Y es que recuerda que uno de los cambios que propone la nueva normativa es que las granjas avícolas no puedan ubicarse a menos de 500 metros de una porcina. Hasta ahora, esta norma afectaba solo a las explotaciones avícolas, que debían tener una distancia mínima entre ellas. «Dende o punto de vista da bioseguridade non ten moito sentido porque non son animais que sufran as mesmas enfermidades», añadió.

 Pero lo que más inquietud despierta es la regulación de la emisión de gases contaminantes que, principalmente, son los que se generan con los purines de los animales. Actualmente, una parte de ellos se destina a crear abono para otros cultivos, «e iso vaise poder seguir facendo», argumenta Iglesias. El problema, añade, es que el decreto prevé una reducción de hasta el 40 % de estos gases, «e non sabemos moi ben como se vai facer». Sostiene que «en Galicia non temos xestores de estes residuos e temos unha superficie agraria reducida».

Desde Unións Agrarias se insiste en que el documento está todavía en una fase previa y en que todavía se podrán incluir en la normativa algunos cambios que pongan fin a sus inquietudes. Durante la próxima semana, el sindicato seguirá organizando charlas por las diferentes comarcas en las que el sector avícola tiene especial peso.