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Carlos Moro redobla su apuesta por los vinos gallegos y compra bodega propia en O Ribeiro

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

cedida

Matarromera, el grupo que preside, adquiere Casar de Vide en el municipio ourensano de Castrelo de Miño

11 jul 2019 . Actualizado a las 09:17 h.

El interés de los grandes grupos españoles por el vino gallego no deja de crecer. Y la denominación de origen de O Ribeiro para situarse ahora en su punto de mira. Hace unas semanas, Pago de Carraovejas se hacía con Viña Meín y Emilio Rojo. Ayer era el grupo Matarromera, presidido por Carlos Moro y con presencia en otras cinco denominaciones de origen españolas, el que anunciaba la compra de Casar de Vide, una bodega de Castrelo de Miño, en Ourense. Desde allí seguirá apostando por la elaboración de vinos blancos de uvas autóctonas «que destaquen por su elegancia y sutileza y que contribuyan a seguir aportando fama y reconocimiento internacional a la denominación de origen», explican en Matarromera.

Reforzar su apuesta por la elaboración de vinos de Galicia es el objetivo de la operación que acaba de cerrar el grupo de Carlos Moro. Su relación con la denominación de origen de O Ribeiro se inició hace dos años, cuando comenzó a colaborar con viticultores de la zona para elaborar Finca San Cibrao, uno de los vinos de la Selección Personal Carlos Moro. La gran acogida que tuvo en los mercados, junto con un mayor conocimiento de la zona, han llevado a este grupo empresarial a redoblar su apuesta por Galicia, una comunidad a la que consideran «poseedora de variedades de uva únicas en el mundo».

Vázquez Nieves

Casar da Vide era propiedad de Bodegas Vázquez Nieves, una empresa familiar gallega que contaba con bodegas en O Ribeiro y Rías Baixas, así como con una selección de vinos de autor. La operación firmada con el grupo Matarromera se ha limitado a las propiedades que poseía en la denominación de origen ourensana, donde disponía de una finca de 2.200 metros cuadrados en la que se ubica la bodega, construida en piedra granítica de cantería en 1988 junto a una vivienda histórica, fundada en 1957. La instalación dispone de nave de recepción de uva y procesado, nave de fermentación y almacenamiento, sala de embotellado y filtrado, zona de almacenamiento y sala para visitas y catas.

La bodega está ubicada en pleno corazón de la denominación de origen de O Ribeiro y aspira a convertirse «en una de las referencias vitivinícolas de dicha región, donde la excelencia y la calidad son señas imprescindibles de identidad, tanto en sus métodos de producción como en sus admirados vinos». El propio Moro aseguró que «este proyecto responde a nuestro deseo de buscar nuevos horizontes para elaborar vinos singulares de las comarcas vitivinícolas más diferenciales de nuestro país». Con esta adquisición, son ya diez las bodegas que el grupo tiene en denominaciones de origen como Ribeira del Duero (Bodegas Matarromera, Emina Ribera y Renacimiento), Rioja (Bodegas Carlos Moro), Rueda (Bodegas Emina Rueda), Cigales (Valdelosfrailes) y Toro (Cyan). En total, el grupo cuenta con más de 700 hectáreas de viñedo propio en toda España.