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Filomena no asusta al campo gallego

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

Martina Miser

El temporal de los últimos días no ha causado grandes daños a los cultivos, es más, a algunos como el grelo le vienen bien las bajas temperaturas

13 ene 2021 . Actualizado a las 09:51 h.

Estos días, las vacas de la cooperativa A Carqueixa, en Os Ancares, se han visto rodeadas de nieve. Filomena, la última borrasca que cubrió España de un manto blanco, se ha dejado sentir también en la comunidad gallega. Aunque, tal y como asegura la Unión de Pequeños Agricultores, su paso no ha tenido demasiadas consecuencias en el campo gallego. Ni siquiera en Os Ancares, «xa estamos acostumados e os gandeiros teñen gardados silos para alimentar ao gando estes días», explica el responsable de A Carqueixa. Pero es que, además, el frío es necesario en muchos cultivos, explica Adolfo López, profesor de Sanidade Vegetal en la Escuela Politécnica de Lugo. «Hay muchas platas que necesitan frío para que luego puedan brotar bien en primavera», sostiene.

«Que faga frío no inverno é o seu. Se é moito e moi sostido pode afectar aos cultivos», explica Fernando Veiga, gerente de la cooperativa Horsal de Cambados. Asegura que Filomena solo ha tenido una consecuencia en las lechugas, repollos, acelgas y espinacas que cultivan en esta cooperativa cambadesa, la principal de la huerta de Galicia: que los agricultores tienen que retrasar unas horas su recolección. «Pola mañá están conxeladas e así non se poden recoller. Así que se antes se recollían ás oito da mañá, agora faise ás once», añade. El problema es que estas plantas no se pueden cortar cuando están congeladas, «porque se escaldan», pero si esperas unas horas el efecto de las bajas temperaturas sobre ellas desaparece. Tampoco en A Carqueixa han tenido mayores problemas con los animales, aunque sí con el reparto de sus productos. «Coller o coche está difícil estes días e o reparto estásenos complicando», añaden.

Enero es, sobre todo, época de grelos y de nabizas. Verduras que, en realidad, necesitan bajas temperaturas para poder salir adelante. «El grelo está acostumbrado al frío», sostiene José Andrés de la Fuente, presidente de la IXP. Reconoce que «mientras está todo helado no se puede recoger, y si vinieran muchos días seguidos de frío podría sufrir daños». Sin embargo, considera que episodios como los vividos días atrás «incluso pueden venir bien para algunas zonas de la IXP, de hecho, esperamos que haya una cosecha normal», insiste.

Plagas y brotaciones

Estamos en invierno y hace frío, y eso es bueno para el campo, sostiene el profesor de la politécnica Adolfo López. «El daño con las heladas es cuando se producen muy tarde o muy pronto, pero no durante el invierno», asegura. Es más, sostiene que las plantas cuentan con mecanismos que les permiten adaptarse al frío, como que pierden agua para no helarse. E insiste en que, para muchos cultivos, el frío es necesario «para que después puedan brotar y florecer bien en la primavera y no lo hagan demasiado pronto. Si hubiera poco frío, brotarían antes». Eso le sucede, por ejemplo, a los árboles frutales, «que brotan en cuanto se acaban las horas de frío». Y sostiene que las plantas que tenemos en Galicia más sensibles a las bajas temperaturas son los cítricos, «que si vienen heladas fuertes puede ser que acaben sufriendo problemas».

Por otro lado, el frío es también un aliado para ayudar a combatir las plagas. «Es cierto que ayuda, hasta cierto punto, a controlar algunas plagas, pues cuando las temperaturas son más suaves, los insectos pueden tener más ciclos de vida», afirma. Si las temperaturas son bajas y el invierno se prolonga un poco, es posible que en primavera haya menos insectos dispuestos a atacar los cultivos.