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Silvía  García, sumiller en el Hotel Ritz: «Galicia fue muy valiente al salir del albariño de tirada fácil y elaborar algo más»

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

Maruxa Alfonso

Cree que la comunidad es un paraíso vitivinícola por su riqueza en variedades autóctonas y asegura que es una de las regiones con más vinos presentes en la carta de este prestigioso establecimiento

15 sep 2021 . Actualizado a las 08:40 h.

Silvia García empezó hace 16 años su carrera de sumiller y hoy trabaja en el Hotel Mandarín Orienta Ritz de Madrid. Desde entonces, asegura, el mundo del vino ha cambiado mucho y ha hecho hueco a las mujeres. «Yo creo que hoy hay paridad en las grandes figuras», aseguró en el Congreso Féminas, sobre gastronomía, mujer y mundo rural que estos días se celebra en Asturias. Allí reconoció que, al principio, «al cliente le costaba mucho entender que era a ti a quién tenía que pedir el vino. Algunos me daban los abrigos». Silvia es, también, una gran fan de los vinos gallegos, de la riqueza de pequeñas bodegas y variedades autóctonas de uva que existen en Galicia. Región que, asegura, tiene una gran presencia en la carta de vinos del hotel en el que trabaja.

—¿Qué opinión le merecen los vinos que se están haciendo actualmente en Galicia?

—Soy muy fan de los vinos gallegos desde que Raúl Pérez y Rodrigo Méndez hicieron ese primer caíño que luego ampararon en Rías Baixas. De la mano de Rodri y de Raúl recorrí todos los paisajes de la ría de Arousa. Iba a D´Berto cuando todavía no era famoso. Creo que Galicia, vitivinícolamente hablando, es un paraíso, porque tenéis unas variedades autóctonas extraordinarias y os habéis dado cuenta a tiempo de lo que tenéis. Se está haciendo una parte de recuperación de todas esas variedades, de bodegas pequeñas que me parece muy interesante. Me gusta mucho todo lo que tenéis en Galicia. Desde mi posición tengo la ventaja de poder dar a conocer a mucha gente de muchas partes del mundo diferentes que hay algo más. Los vinos clásicos y típicos ya tienen su mercado, y yo puedo enseñar que en Galicia hay muchas más posibilidades.

—Es cierto que las bodegas gallegas han apostado por la recuperación de variedades.

—Porque habéis sido muy valientes. Fue muy valiente salir del albariño de tirada fácil y hacer algo más. Empezar a recuperar variedades y empezar a poner en valor lo que teníais. Decir, esto es lo que soy y voy a darlo a conocer al mundo, sin miedo.

—El problema es que esas producción son muy pequeñas en muchos casos.

—Eso está bien. Porque eso genera expectativas, como sucede en Borgoña. Evitáis tener un vino popular para tener un vino de calidad. Las dos apuestas están bien y tienen que estar las dos en los mercados. Y tiene que existir ese vino de pequeños productores del que no puede haber más porque si no perdería su esencia.

—Hay demanda de vinos gallegos y eso lleva a que el sector esté pensando en crecer ¿corremos el riesgo de que se haga demasiado rápido?

—Eso sería un problema, porque se perdería la esencia de estos productos. Es cierto que esto no deja de ser un negocio y que hay que seguir creciendo, pero para eso hay otros mercados. Porque esa marea de pequeños productores y de pequeñas bodegas me parece preciosa. Me interesan los vinos con alma, que tienen esas historias detrás.

—¿Tienen muchos vinos gallegos en la carta del Mandarín Oriental Ritz de Madrid?

—Tenemos más vinos de Galicia que de otras regiones. De hecho es una de las zonas de donde más vinos tenemos. Trabajamos con todas las denominaciones de origen y contamos con un pequeño abanico de productores que nos permite hacer saber a nuestros clientes cómo es Galicia.