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La lechuga gallega se sirve en bolsa

Maruxa Alfonso Laya
maruxa alfonso REDACCIÓN

AGRICULTURA

Martina Miser

Los productores de Horsal se apuntan a la cuarta gama y lavan y embolsan las nabizas y ensaladas que cultivan para hacerlas llegar al consumidor

23 ene 2021 . Actualizado a las 21:17 h.

Las bolsas de ensalada se han convertido ya en un clásico de los lineales de los supermercados. Lechugas, brotes, canónigos, rúcula y hasta espinacas se ofrecen al consumidor listos para ser degustados, ahorrándole el trabajo de tener que limpiar y lavar todo esos vegetales. Son los conocidos como productos de cuarta gama, un mercado en el que ahora ha querido entrar también la cooperativa Horsal, la principal empresa de huerta de Galicia. Su desembarco en este sector comenzó hace solo unos meses y de la mano de un producto que no existía hasta ahora: las bolsas de lechuga rizada. Esas que cultivan sus socios y que llegan a los mercados listas para consumir tras ser lavadas cuidadosamente y embolsadas.

«Creemos que este é un produto que faltaba no mercado, a leituga rizada de aquí, que se consume habitualmente», explica Fernando Veiga, gerente de la compañía. Esa fue su idea desde el principio, lanzarse a conquistar el sector de la cuarta gama pero ofreciendo algo que no ese comercializase hasta el momento. «Para nós era moi complicado poñerse a facer mezclas de brotes e queríamos facer algo que non houbera», añade. Por eso apostaron por el que es uno de los cultivos estrella de esta cooperativa cambadesa, la lechuga rizada.

CIAM

Poner en marcha este nuevo proyecto no fue tarea sencilla. Primero hubo que hacer obras en las instalaciones para poder poner a funcionar una línea en la que preparar las lechugas. «Ten unha mesa de selección, de cortado e varias zonas de lavado, onde se lava con auga enfriada a dous ou tres grados, que é mellor para alongar a vida útil do produto», cuenta Veiga. El proceso es completamente natural. Después de ese lavado, y de ser centrifugada para sacarle bien el agua, se pasa por unas pesadoras y embolsadoras, que introducen 140 gramos de lechuga en cada una de las bolsas. A estas se les inyecta una atmósfera protectora, «que son os mesmos gases que hai na atmósfera pero en distinta proporción para que o produto non se deteriore tan rapidamente», añade el responsable de Horsal.

Martina Miser

A pleno rendimiento

El resultado son bolsas de lechuga rizada que están ya listas para consumir, ahorrándole al cliente la necesidad de lavar y limpiar el producto. Además de con la lechuga, también se está haciendo este mismo proceso con las nabizas, otro vegetal que se cultiva en esta cooperativa. La línea de estos productos de cuarta gama está preparada para hacer unas 5.000 bolsas al día, pero todavía pasará un tiempo antes de que esté a pleno rendimiento, explican en la cooperativa. «É un proceso distinto ao que facíamos ata o de agora, por iso queremos ir pouco a pouco», sostiene el gerente. Por ahora, estas bolsas ya se pueden encontrar en una cadena de supermercados, «que foi a que nos animou a facer este proxecto e que estivo con nós dende o principio», añade Veiga. Lechugas y nabizas se comercializan en unas bolsas en las que aparecen identificadas como «verduras con identidade de seu», haciendo mención especial a su origen gallego. En esta firma cambadesa están también trabajando ahora para ofrecer este mismo producto a otros clientes, pues su intención es que sus lechugas envasadas estén en los principales supermercados de la comunidad. No en vano es un producto único, que nadie había envasado hasta el momento. La lechuga rizada gallega se ha convertido, gracias a Horsal, en un producto de cuarta gama, listo para consumir.