Patrocinado porPatrocinado por

Sequía y frío facilitan el trabajo de los agricultores

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

ADRIÁN BAÚLDE

Los cultivos de esta época están preparados para soportar las bajas temperaturas y la ausencia de lluvias permite que la tierra esté seca y perfecta para empezar con la cosecha de la próxima primavera

28 ene 2022 . Actualizado a las 12:45 h.

No hay charcos, ni fincas llenas de agua. Por eso cuando se le pregunta a los agricultores gallegos por cómo están afectando las bajas temperaturas y la ausencia de lluvia a sus cultivos, no debe sorprenderos que su respuesta sea favorable. «O tempo está ideal», explica María Carramal, una agricultora en ecológico que tiene sus tierras en la parroquia de Armenteira, en Meis. Allí, debido a la altitud, las heladas son más intensas que en otras zonas de las Rías Baixas. Pero no le preocupa. «A nabiza e o grelo, resisten perfectamente o frío», insiste. «O normal é que neste tempo non se poida entrar co tractor nas fincas, porque están cheas de auga, pero este ano se pode traballar sen problemas», añade José Iglesias, de La Despensa D'Lujo, en Coristanco. Las condiciones meteorológicas son tan favorables que ambos están ya inmersos en preparar los cultivos de la próxima primavera, como la patata o el guisante.

En la cooperativa Horsal, la más grande huerta de Galicia, estaban más descontentos con las altas temperaturas que se registraron el pasado mes de diciembre que con las condiciones meteorológicas de enero. Porque los cultivos que hay en estas fechas «están adaptados al frío, a los días cortos y a la falta de luz», explican. Así, cuando llegan jornadas con veinte grados de temperatura «provocan desajustes en los ciclos del cultivo». Sucedió con las lechugas, por ejemplo, que en diciembre no tuvieron las condiciones ideales para crecer. «Crecen más, pero no ganan peso y se desmontan, afecta a la calidad del producto», insisten.

ADRIÁN BAÚLDE

Los agricultores de esta cooperativa tienen actualmente al aire libre plantaciones de nabiza y grelo, kale, berza y algo de repollo. «El frío nos viene bien porque a estos cultivos les hacen falta horas de frío», cuentan. En cuanto a la ausencia de precipitaciones, aseguran que «no hay falta de agua», por lo menos no por ahora. «Es verdad que hay cultivos que se tienen que regar pero es porque hay viento del norte que seca la tierra. Ahora mismo no hay sequía», insisten. El problema puede llegar más adelante, si esa falta de agua persiste o si llueve torrencialmente cuando estén brotando los cultivos de primavera. 

El grelo de Monfero

Si hay un cultivo al que le guste el frío ese es el grelo y en la cooperativa Valxestoso, de Monfero, saben mucho de ello. Aseguran que aquí no están teniendo problemas con las bajas temperaturas, ni con la falta de agua, es más, «o problema sería que viñera a chover agora», afirman. Reconocen que lo que no le gusta al grelo «son os cambios bruscos de temperatura», con heladas a primera hora y un sol que calienta demasiado a continuación. Porque estas son las condiciones ideales para el desarrollo de los hongos. «Os fungos sempre están aí, pero este ano non hai moito problema, hai algunhas manchas, pero nada que ver con outros anos», añaden. 

«Xaneiro está vindo como se supón que ten que ser, con días fríos e ausencia de choiva», añade Carramal. En su opinión, «non está xeando máis ca outros anos. Ademáis, as xeadas matan os bechos e desinfectan a terra», aunque tampoco le preocupan las bajas temperaturas, pues los cultivos de esta época las soportan a la perfección. «Agora mesmo temos un tempo estupendo porque a nabiza e o grelo resisten ao frío e, ademáis, as fincas están secas e podemos traballalas sen problema», Es más, en años anteriores no podían empezar a plantar la cosecha de primavera hasta llegado febrero, pues la tierra estaba muy inundada y resultaba imposible poderla trabajar. Este año, en cambio, «xa estamos plantando a pataca de cedo e os chícharos», cuenta. Su mayor temor es que toda el agua que no cayó este invierno llegue durante la primavera, cuando los cultivos empiezan a brotar y son más vulnerables.

En La Despensa D´Lujo tiene muy claro que el cambio climático está aquí y ha venido para quedarse. «O ano pasado, con todos os cambios que houbo, recollemos en setembro e outubro colleitas que normalmente recollíamos en agosto», cuenta José Iglesias, uno de los responsables de esta firma dedicada al cultivo de verduras de alta calidad para restauración y comedores. Sus fincas están en Coristanco, «e aquí hai dúas semanas choveu bastante», así que no hay falta de agua. También aquí están encantados con las condiciones meteorológicas de las últimas semanas. El frío les viene bien para sus cultivos, como el guisante lágrima, y la ausencia de agua les permite trabajar en muy buenas condiciones. «Nesta época do ano nunca podíamos entrar cos tractores nas fincas. Plantábamos en febreiro as primeiras colleitas e agora xa o podemos facer, xa podemos empezar a plantar», concluye. Si el tiempo siguen acompañando, guisantes y patatas llegarán este año antes de lo habitual