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La poisenttia o Flor de Pascua cultivada en Galicia triunfa por Navidad

M. Cedrón REDACCIÓN

AGRICULTURA

El florista Rodrigo Fernández, de Marcita Seas, agotó las plantas gallegas la primera semana.
El florista Rodrigo Fernández, de Marcita Seas, agotó las plantas gallegas la primera semana.

La comunidad, de donde salen cada año entre 300.000 y 350.000 unidades, es la cuarta de España en cultivo de una especie cuya comercialización genera a nivel mundial unos 1.000 millones de euros al año. La planta gallega destaca por su calidad y rusticidad

08 dic 2024 . Actualizado a las 12:03 h.

Cuando Ofelia Vieites empezó a cultivar planta de temporada en su vivero de A Corna, en el concello coruñés de Boqueixón, allá por el año 1995, los hogares gallegos no habían descubierto aún la poisenttia o Flor de Pascua. «Se hacía muy poca», recuerda. Pero ahora, prácticamente treinta años después, se las quitan de las manos: «Este año han salido del vivero más de 40.000 plantas, y más saldrían de haber podido cultivar más, pero estamos al límite de nuestra instalación», explica esta mujer que está detrás de Viveiros Compostela, el mayor productor de poisenttia de la comunidad, unas plantas que además llevan el sello de Galicia Calidade.

«Este puente han salido las últimas para nuestras floristerías», comenta esta veterana viverista que surte a establecimientos de la comunidad con esta especie desde principios de noviembre. Toda su producción se queda en Galicia.

Y aunque esta comunidad es la cuarta de España en volumen de plantas cultivadas, por detrás de Andalucía —Almería es la mayor productora del país—, Comunidad Valenciana y Cataluña, la alta calidad de las plantas que se producen y su durabilidad han convertido a las Flores de Pascua que crecen en los viveros de esta esquina del norte peninsular en unas de las más demandadas en las floristerías.

No solo lo dice Ofelia, también lo explica Santiago Ramos, técnico de la Asociación de Viveiristas del Noroeste (Asvinor). «Las plantas gallegas son más rústicas, están adaptadas al clima y su durabilidad resulta mucho mayor», explica. Ofelia añade que aunque el cultivo no es coser y cantar porque en Galicia requieren calefacción para controlar la humedad, logran adaptarse muy bien al PH del agua y al clima.

Y Rodrigo Fernández, de la floristería coruñesa Marchita Seas, también confirma la gran diferencia entre la planta local y la foránea: «Podría distinguir una y otra con los ojos cerrados», dice este florista al que las poisenttias gallegas, «de la zona de Ferrol», se le agotaron la primera semana. Ahora las que tiene son de Valencia: «El martes me llegaron unas 300 y hoy —por ayer— me quedan unas 25».

De hecho, a diferencia de lo que ocurre en otras partes de España, en Galicia los plantones comienzan a cultivarse a principios de julio para que la planta empiece a salir durante los primeros días de noviembre: «Para ser una planta de temporada tiene un período de crecimiento bastante largo», añade el técnico de Asvinor. Eso pasa en Galicia porque en el sur, al tener otro clima, su ciclo de crecimiento suele ser más corto.

Abrir mercado

Esta alta calidad de las plantas gallegas puede ser una baza para ganar cuota de mercado. Las estimaciones realizadas desde Asvinor calculan que la producción de esta especie en Galicia puede estar entre 300.000 y 350.000 unidades, un porcentaje todavía muy pequeño en comparación con los diez millones de unidades que se producen al año en España, según los datos de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de la provincia de Almería (Coexphal). La mayor productora es Almería, de donde salen unos tres millones de plantas (el 33% de la producción de la Península y Canarias) cada año para cubrir la demanda del mercado español. Porque como explicaba hace unas semanas Francisco Rubio, responsable de Plantaespaña, la sección de Ornamental de Coexphal en un comunicado «es una planta que no viaja demasiado bien, a no ser que sean formatos muy pequeños. El único país que exporta es Holanda con destino al Reino Unido».

Lo que está claro es que está planta, no solo la de hojas rojas, también las blancas o las de tono rosa es cada vez más pedida en las floristerías para recibir la Navidad. La producción mundial ronda los 200 millones de unidades al año, que generan un valor comercial de unos 1.000 millones de euros. Solo en Europa se cultivan unos 95 millones de plantas.

Pero todo empezó en Estados Unidos, primer país en cultivar este arbusto a nivel comercial. Al parecer, fue el primer embajador de Estados Unidos en México, Joel Roberts Poinsett, el que en 1828 envió por primera vez a su país esquejes de un arbusto que había encontrado en la zona de Taxco. De su apellido le viene el nombre a las plantas poisenttias que comenzarían a ser cultivada para su comercialización en California, en la granja de un inmigrante alemán llamado Albert Ecke, que vio el potencial de este cultivo allá por 1902.