














El alojamiento «boutique» de Baiona dispone de 17 habitaciones y piscina sobre el océano Atlántico en plena ruta jacobea
15 abr 2025 . Actualizado a las 01:13 h.En Baiona, la luz del Atlántico ya no solo guía a navegantes y peregrinos, también conduce al descanso, al lujo y a la contemplación. El Faro Silleiro, centinela de la costa sur de la ría de Vigo, se convierte desde esta Semana Santa en uno de los hoteles más exclusivos y singulares de España. La apertura oficial del Hotel Boutique Faro Silleiro tuvo lugar este lunes, en un acto institucional con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que destacó el valor de «unha infraestrutura emblemática que converte un espazo histórico e singular nunha proposta baseada no turismo sostible e diversificado». También acudieron otras autoridades como el presidente del Puerto de Vigo, Carlos Botana o el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña.
El emblemático edificio revestido de azulejos blancos y coronado por una torre octogonal con franjas rojas y blancas que el año pasado celebró su primer siglo de historia, renace como un hotel boutique de diecisiete habitaciones que arranca a casi un 80 % de ocupación y la primera boda programada ya para junio con el Atlántico como huésped permanente en el horizonte.
El hotel con la mejor óptica de Galicia, ya que solo en del Ons tiene un alcance similar al de la linterna que el Puerto de Vigo ha posibilitado que siga girando, pero ya sin mercurio sino con rodamientos para que pudiera ejecutarse este proyecto, conserva su esencia marinera y arquitectónica. La transformación, impulsada por la sociedad Lighthouse Baiona, ha respetado la arquitectura original, incluyendo la espectacular escalera de caracol de ochenta y siete peldaños de piedra, que conecta los distintos niveles del inmueble.
Las habitaciones, todas exteriores, combinan elegancia y calidez. Ocho ofrecen vistas directas al océano y las otras nueve, al monte. En su interior, los materiales nobles —lino, lana, rayas marineras, dameros, maderas tratadas con esmero— remiten al espíritu artesanal y aventurero del entorno. El diseño ha sido obra de Raúl Lamarca Interiorismo, con el trabajo de Carpintería Vilas y la ejecución técnica de Di Milano, bajo la dirección del arquitecto Pedro de la Puente.
La tarifa para esta Semana Santa para una habitación con vistas al mar es de 365 euros por pareja y noche, desayuno incluido. «El precio varía en función del nivel de ocupación: desde los 285 en temporada baja a los 465 en verano para dos personas en habitación con vistas al mar», indicaron fuentes del establecimiento durante el recorrido con la prensa que acudió a la inauguración. Una cifra acorde al carácter exclusivo del lugar, que ofrece una experiencia de desconexión completa, sin renunciar al confort más actual. «Está dirigido a clientes que buscan experiencias y trato exclusivo. Sabemos que hay interés y Baiona es un destino al alza», señalaron.
Además de su ubicación y diseño, el hotel cuenta con una piscina exterior de temporada con lámina de agua orientada al mar, salón común, vestuarios, párking privado gratuito o traslado al aeropuerto. El espacio gastronómico, por el momento, está destinado únicamente a los huéspedes y ofrece un desayuno bufé diario en un ambiente sereno. A tan solo ochocientos metros, su hermano menor —el faro primitivo— alberga desde hace unos meses la Taberna Atlántica, otro proyecto impulsado por Lighthouse Baiona, que funcionará como apoyo. Disponen de un vehículo propio para trasladar a los clientes entre ambas instalaciones, aunque también podrán pedir directamente a la taberna.
«Este proxecto é un símbolo de Galicia: orgullosa da súa identidade, que aposta pola recuperación do patrimonio e que sabe crecer sen perder a alma», señaló Rueda.
Más allá de su linterna activa —la más potente del Atlántico gallego—, el faro sigue siendo símbolo y guía. Pero ahora ilumina también nuevas formas de viajar, de sentir y de mirar Galicia. Este hotel no es solo un lugar donde alojarse, es un mirador al mar y al tiempo, donde la piedra antigua convive con la calma moderna, donde el rugido de las olas se funde con el silencio interior. Detrás del proyecto están Lucrecia García, Miguel Ángel Fernández Ferreiro, José Manuel Blanco (Pati) y Manuel de Morales.
El Faro Silleiro vuelve a cumplir su misión original, pero de un modo nuevo: sigue orientando caminos. No solo los de los barcos que se adentran en la ría de Vigo, sino también los de quienes buscan experiencias distintas, auténticas y memorables en el corazón de Galicia.