El buque lleva el nombre del almirante que guio la reconquista de Sevilla por el Guadalquivir
12 sep 2025 . Actualizado a las 13:09 h.La fragata del futuro -bautizada el jueves en Navantia Ferrol- toma su nombre en el pasado. La F-111 ha sido bautizada como el primer almirante de la Marina del Reino de Castilla, Ramón de Bonifaz, al que se le atribuye la reconquista de Sevilla por el Guadalquivir en 1248, al mando de trece naos y cinco galeras. Además de marino, fue mercader. Y a él le encomendó Fernando III El Santo la organización y dirección de una flota que contribuyó a la conquista de la ciudad.
En el Guadalquivir derrotó a la flota mora que mandaba Abu Qabl, navíos que trataron de impedirle el paso, así como la que conducía a Sevilla refuerzos desde el norte de África. Tras la reconquista, el rey le encargó la construcción de unos astilleros para que la Corona contase con una fuerza naval propia, la primera que habría de guiarse por códigos militares. Esas factorías empezaron a funcionar en Sevilla.
Como recompensa a su trabajo, en el año 1250, el rey le concedió el almirantazgo de Castilla.
No es el primer buque militar español que adopta su nombre, que ya bautizó anteriormente a un cañonero y un patrullero.
En la ceremonia de bautismo de mar, el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, el mugardés Antonio Piñeiro, hizo también alusión al marino que da nombre a la serie, que «hace más de 800 años, venció en la batalla de Sevilla». De su figura, resaltó «su audacia estratégica, su capacidad de liderazgo, y en general sus valores como marino». Unos rasgos, insistió Piñeiro, que «continúan siendo el faro que iluminan la ruta a seguir por los marinos de España».
Para las siguientes unidades de las F-110 Defensa eligió los nombres de Roger de Lauria (F-112), Menéndez de Avilés (F-113), Luis de Córdoba (F-114) y Barceló (F-115).
Bautismo en el mar
Más de cinco mil almas siguieron a pie de muelle en Navantia Ferrol la botadura de la fragata F-111, la nueva «punta de lanza de la Armada». Un buque que representa, según aseguró el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el «resurgir industrial» español y es fruto de la «transformación del tejido productivo del país» acometida en los últimos siete años.
Sánchez aseguró que el buque «es un símbolo de todo ese progreso, en el que cristalizan el esfuerzo de muchos trabajadores y trabajadoras, de la ciencia y del talento de todo un país». Además de resaltar las capacidades que reportará a la Armada para cumplir sus operaciones tanto a nivel europeo como en el seno de la OTAN, incidió en que el barco sale de las entrañas de una ciudad, Ferrol, «que ha sabido resistir y también resucitar».
La F-111 ha permitido al astillero de Ferrol «volver a mirar al mar con determinación y orgullo», afirmó el director de la factoría, Eduardo Dobarro. Unas instalaciones en las que ya se encuentran en construcción otras dos unidades más, y que incorporan innovaciones tecnológicas a la vanguardia de la industria militar y con amplias capacidades antiaéreas, antisuperficie y antisubmarinas.
El del jueves fue mucho más que un día de botadura en Ferrol. El hito de que la fragata Bonifaz tocase por primera vez el mar aupó a la ciudad a lo alto de la actualidad nacional, en un encuentro multitudinario que se vistió también de fiesta social. Y se convirtió además en un inmejorable foro político y empresarial.