Decenas de exposiciones recuerdan al genio del claroscuro en el 400 aniversario de su nacimiento e invitan a redescubrir su obra despojándola de los tópicos románticos
03 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?e acabó «el pobrecito Rembrandt». Para Ernst van de Wetering, conservador de la exposición La búsqueda de un Genio, uno de los principales obstáculos para apreciar el valor real de uno de los grandes genios de la historia es la larga serie de tópicos románticos que han «perseguido» desde siempre a la figura del pintor holandés. «Tenemos que abandonar de una vez la idea de que el estilo de un artista es la expresión de sí mismo. La imagen de Rembrandt como el pintor desgraciado, cada vez más solo y hundido, es muy popular en esta época. Lo que queremos hacer este año es un esfuerzo para verlo con otros ojos, para liberarnos del viejo Rembrandt y aprender de nuevo sobre él y su figura histórica», apunta. Para cumplir este objetivo, el museo Het Rembrandthuis, ubicado en la casa en la que el pintor vivió en Amsterdam, ha organizado la citada exposición, inaugurada el pasado sábado y que pretende mostrar cómo «la excepcional obra de Rembrandt es el resultado de una perpetua búsqueda artística». A través de más de 50 cuadros y 50 dibujos y aguafuertes, se arroja nueva luz sobre el pintor como genio creativo y como fuerza motriz en un taller extremadamente productivo. Muchos de los cuadros de la muestra, procedentes de museos de todo el mundo, volverán por primera vez al lugar donde fueron pintados. Proyecto interactivo Todas estas exposiciones son sólo una pequeña parte del gran despliegue artístico que vivirá Amsterdam durante el 2006. El Rijksmuseum, por ejemplo, acogerá uno de los proyectos más originales, liderado por el director cinematográfico Peter Greenaway, que presentará un montaje teatral en torno a la pintura más conocida de Rembrandt, La ronda de noche. El propio autor define su proyecto, que llevará a cabo entre el 2 de junio y el 6 de agosto, como «una combinación de arte y tecnología diseñada para una atenta audiencia que se verá fascinada por un mundo de luz y imágenes en movimiento y por el instante congelado». La «obsesión» de Greenaway es que sea un trabajo interactivo y, para ello, hará que el público se comunique con la obra a través de sus teléfonos móviles. «En un museo -explica- lo primero que hay que hacer es desconectar el teléfono, pero en este caso será fundamental llevarlo encendido». Otras propuestas menos innovadoras, pero igual de interesantes, completan el programa anual del Rijksmuseum. Entre ellas destaca una muestra pequeña que estos días apunta de lleno a un gran tema: la cuestión de la autenticidad. reúne, por primera vez en la historia del museo, cuadros que fueron considerados auténticos Rembrandt en el momento de su compra, pero cuya autenticidad ha estado en duda durante muchos años. De hecho, a principios del siglo XX se atribuían al pintor holandés unas 700 obras, pero hoy son sólo unas 300 las que se consideran oficialmente suyas. El trabajo para autentificar un cuadro de Rembrandt corresponde a los miembros del Rembrandt Research Project, que comenzaron sus investigaciones en 1968 y han dedicado cientos de horas a comprobar la autoría a través de técnicas como rayos X, fotografías y análisis de pigmentos. Los dos grandes museos de Amsterdam, el Rijksmuseum y el Museo Van Gogh se han unido con motivo del 400 aniversario para presentar un duelo de genios: la exposición que compara las obras de Rembrandt con las de Caravaggio. Duelo de genios Las obras maestras del pintor italiano vuelven a Holanda por primera vez desde 1952 para posar junto a las de su colega, que nació cuatro años antes de su muerte. Cuadros tan famosos como La cena de Emaús , El sacrificio de Isaac o Omnia vincit amor, de Caravaggio, han sido trasladadas a Amsterdam desde distintos museos de Londres, Berlín y Florencia para mostrar, según sus organizadores, «que aunque en vida nunca se encontraron, existen numerosos paralelismos entre el trabajo de los dos maestros y ambos artistas son considerados los renovadores que revolucionaron el arte pictórico en Europa del norte y del sur»