Las telenovelas, que siempre han formado parte de la programación de TVE, reverdecen a medida que los productores deciden invertir mayores medios en algunos títulos. Es el caso de Yo soy Betty, la fea, culebrón colombiano que se ha convertido en un éxito internacional. Antena 3 estrenó en España la versión original, y Telecinco la convirtió en un fenómeno de audiencias con la adaptación que mantiene en la sobremesa, cuya audiencia ha disminuido con el lógico desgaste.
Cuatro está a punto de emitir la versión estadounidense de Betty, la fea, producida por Salma Hayek, que también está siendo un éxito de audiencia y demuestra la potencia de la historia. Otro de los éxitos del género ha sido Amar en tiempos revueltos, producción de Diagonal TV, una división de Endemol que ha sabido dar un giro a los guiones iniciales, transformar por completo la historia y cambiar a la mayoría de sus protagonistas para conseguir un producto nuevo que sigue captando a fieles, con el mismo trasfondo de la posguerra española. Tres años lleva en antena esta telenovela que el miércoles pasado convocó a 2,1 millones.