Un respiro imprescindible para el club

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso Lois EL TERCER TIEMPO

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

30 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres años y medio ha costado terminar de poner en orden el Deportivo. Renegociar un primer plan de pagos de urgencia. Ascender al equipo a Primera División. Adecentar un club gestionado como un cutre chiringuito de playa. Crear una estructura deportiva e institucional. Desinfectar la imagen de cortijo creada alrededor de Lendoiro. Y enterrar una parte sensible de los efectos de su herencia. Costará todavía más tiempo quitársela definitivamente de encima, pero el acuerdo firmado ayer entre el Deportivo y Abanca significa para el club un alivio financiero. La soga ya no aprieta tanto. La apuesta de la entidad bancaria con los sentimientos de la tierra donde pisa abre una nueva etapa para el club. ¿Podría alguna otra entidad haber realizado una operación tan delicada? Difícil saberlo, fácil imaginarlo. El presidente deportivista lo cuantificó. Entre las distintas propuestas de crédito se encontró una diferencia de interés de varios puntos.

«Es la economía, estúpido». La archimanida frase del asesor de Clinton, cuatro palabras sencillas y directas. Una cita que explica la limitación a la que se enfrentó el consejo de administración del Deportivo para hacer una plantilla competitiva durante las últimas temporadas. En el gran bazar del fútbol profesional, casi todo se compra y se vende. Salvo los sentimientos. El deportivismo lució una fantástica salud de hierro a pesar de la herencia de Lendoiro. El estadio lleno. La pasión intacta. La cabeza alta. Ahora acudirá al estadio Abanca Riazor, una cesión que el club ve imprescindible para seguir adelante.

El complejo acuerdo anunciado ayer traslada las obligaciones del Deportivo con Hacienda a Abanca, pero con un plazo y unas condiciones mucho más desahogados. Después de anotarse este tanto, se eleva también el listón de exigencia sobre el consejo de administración. Ya no gestionará un entorno de miseria y la grada espera de nuevo un futuro ilusionante. El crédito devuelve liquidez a un equipo que en realidad nunca dejó de ser un grande. A uno de los campeones de Liga. Ahora peleará más dignamente. Con Europa en el horizonte.