El equipo clama por más cambios

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso EL TERCER TIEMPO

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

10 sep 2017 . Actualizado a las 23:13 h.

Pasó el verano, pero el Deportivo se parece demasiado al que desesperó a a la grada durante los últimos años. Por un motivo o por otro, Pepe Mel termina dibujando un once bastante parecido al de la temporada pasada. Quizá le pasa como a Toshack: en caliente después de una derrota voltearía toda la alineación, a mitad de semana ya salvaría a varios jugadores y al final termina poniendo (casi) a los mismos once... La temporada acaba de empezar y los males del equipo tienen que relativizarse, pero el calendario se agitará en las próximas semanas señalando ya los primeros candidatos al descenso.

Gran parte de las buenas noticias a las que se aferra el deportivismo las emiten los nuevos: el talento de Adrián, el valor de Lucas, el juego con balón de Schär, el empuje de Valverde... Pero el equipo sigue demasiado anclado en el pasado. Sidnei lleva meses desconocido. No se trata tanto de que el brasileño rompa el guion pisando el campo contrario cuando faltan ideas, sino de que espabile de una vez en el área propia. Lleva meses contemplativo, lento, desconocido. ¿Cuál fue la última gran parada de Tyton? De hecho, hasta que se lesionó Rubén no entraba en los planes de Mel, que quería otro portero, pero terminó recibiendo cuatro goles de la Real en parte porque Pantilimon solo acababa de llegar. Guilherme y Mosquera aportan solvencia por separado, pero se parecen demasiado y no terminan de mezclar por su tendencia a guardar la posición. Y Bruno Gama, más allá de los chispazos del verano, parece un punto por debajo de lo necesario para poder aspirar a algo más en Primera.

Mel, que supo revolucionar el vestuario cuando llegó en una situación delicadísima la temporada pasada, necesita cambiar ahora desde dentro la sensación de desánimo que inundó la grada después de perder contra una admirable Real Sociedad.