Es muy duro que los errores penalicen tanto

Paco Liaño

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

13 ene 2018 . Actualizado a las 23:20 h.

Hasta el error de Rubén que supone el 0-1, el Deportivo estaba compitiendo bien y plantando cara a un rival seguro y bien armado, pero este partido ya ocurrió muchas veces esta temporada. Y con el 0-2 debido al error de Albentosa, en un balón que no tiene que perder, el partido se nos va. El Valencia controló el duelo desde entonces y el gol de Andone nos ilusionó a todos.

A pesar de unas posiciones que no me gustaron, como la de Lucas condenado a la banda derecha, el equipo trabajó, presionó bien y tuvo la pelota. De haber aprovechado alguna ocasión, como la de Borges al larguero, se metería de lleno en el partido ante un Valencia que no da concesiones. El equipo estuvo bien hasta que encajó el primer gol, y fruto de ese error se viene abajo todo el digno trabajo realizado hasta el momento.

El Deportivo da muestras de mayor solidez, pero como el fútbol son resultados y estos no acompañan, da otra sensación. Contribuye positivamente el 4-1-4-1 con Guilherme de pivote y luego Mosquera, Borges y otra línea de dos, que hoy estaba desequilibrada por la posición de Lucas. El equipo estaba mostrándose solidario y plantando cara.

Sin embargo, el error es tan grave que echa abajo todo y el equipo sufre los golpes que le tumban como un boxeador con mandíbula de cristal. Se cae moralmente y eso le saca del partido, algo muy repetido esta temporada.

En la segunda mitad intentó dar más cariz ofensivo con Çolak, aunque pareciese algo desordenado porque aparecía por todos lados y Lucas ya no se fijaba a la banda. No había sensación de poder hacer nada. Si se llega a empatar el partido con la jugada de Adrián, nos llevaríamos un alegrón, pero más por lo merecido en los primeros cuarenta y cinco minutos. Es muy duro que los errores penalicen tanto, y la portería esta temporada nos está quitando muchos puntos.