El partido está insertado en un contexto especial, como es el de la necesidad de resultados, el debut del entrenador y la verdad es que salvo los minutos finales, en ese tramo que va desde el minuto noventa al 92 parece que han ocurrido muchísimas más cosas que en el resto del partido.
Pero ese arreón y también la agresividad con la que se emplearon durante fases en el encuentro creo que tienen que ver con lo emocional, con lo emotivo. Y tiene poco que ver con algo referente a una mejora colectiva. Pero la verdad es que el nuevo entrenador no ha tenido tiempo para apenas nada desde su llegada.
Es complicado para un entrenador porque hay necesidad en ese sentido. Creo que el Betis, sin una circulación de balón que le permitiese grandes ventajas, con el paso de los minutos se ha asentado en campo contrario y llegando con mayor claridad, sobre todo por fuera, hasta conseguir ese gol.
A que no se viniesen abajo tras recibir el gol creo que ayuda la acción en la que Andone dispara al palo y por ahí comienza un conato de reacción del equipo. Defensivamente hablando, es cierto que en los primeros minutos el Deportivo reconocía oponentes directos, era capaz de evitar que el Betis fuese protagonista conectando con los interiores, pero con el paso de los minutos, a partir del minuto veinticinco de la primera parte, el partido se disputó en el medio del campo, donde el Deportivo no era capaz de controlar la situación por completo. De todos modos, aunque le costaba recuperar la pelota, evitaba que ocurriesen cosas.
Hay urgencia y muchísima necesidad. Lógicamente, al entrenador se le pide y se le atribuye la capacidad de que, en apenas días, dar con la tecla. Es complicado, la verdad, para cualquier persona.