El Deportivo se tropieza con Segunda

X.Fernández

TORRE DE MARATHÓN

Controló el encuentro sin hacer sangre y vio cómo el Albacete le empataba en un discutible penalti (1-1)

18 ago 2018 . Actualizado a las 17:16 h.

Una grada de tierra y un cuarto de hora de retraso por culpa de un apagón. El Deportivo estrenó la Segunda antes de saltar al campo con esa dosis de realidad tantas veces solicitada en sala de prensa por técnico y jugadores. Al proceso de adaptación a la categoría ayudó también la criminal entrada de Fran García a David Simón, que pilló al colegiado todavía sin luces. Del amarillo carmesí a la nada. Los rascadores de tobillos que alistó Ramis en la diezmada zaga albaceteña encontraron en la contundencia al filo de lo antirreglamentario el truco para disimular las bajas. No se amilanaron los de Natxo González, que tiraron también del recurso del roce para frenar a Febas, el futbolista de mayor calidad en los locales.

El talento visitante lo aportaron a medias entre Fede y la gran sorpresa en el once blanquiazul. Caballo redondeó su semana fantástica con un debut inmediato en el primer equipo. De su banda y su bota, la izquierda, partieron los mejores centros al área. A los diez minutos, rozó el premio.

La primera gran ocasión del duelo arrancó en la apertura de Pedro hacia el carril, desde donde el centro del lateral acertó con la cabeza de Quique. La pelota se esfumó a la izquierda del palo y el duelo entró en un tramo de tedio roto por Acuña en una internada con pase atrás que conectó mal Bela. El siguiente en aparecer, alcanzada ya la media hora de encuentro, fue Fede. Recibió de Krohn-Dehli, se abrió hueco y lanzó un zurdazo a la madera.

Nada más ocurrió antes de llegar en tablas al descanso. Empujó algo más el Dépor que el Alba, pero desnudó sus debilidades, especialmente propicias para las contras del adversario. Cuando los manchegos dieron velocidad a sus transiciones hacia un infatigable Zozulia, aparecieron espacios que no alcanzaban a tapar Expósito (fino con la pelota) ni su socio danés en el trivote, que estuvo atrevido hasta que perdió primero el fuelle y después la cabeza. Entre ambos, Bergantiños para todo.

El coruñés barrió por delante de la pareja de centrales, en la que formó Bóveda y no Marí, y brilló Domingos. Dani Giménez disfrutó de una titularidad tranquila, mientras que en el área contraria Pedro Sánchez exhibió movilidad, empeñado en participar en las fases de elaboración y definición de jugada, y Quique González resultó intrascendente ante la escasez de servicios útiles.

Sí colaboró el ariete pucelano en la presión alta que ejerció el Deportivo aprovechando la falta de rodaje de la mermada zaga de un conjunto local que encontró bríos en la caseta. Salieron mandando los de casa, pero las mejores ocasiones volvieron a ser foráneas. Caballo volvió a romper y a entenderse con Fede en la más clara hasta el minuto 70; el del 0-1.

Expósito cazó un rechace y conectó con Borja Valle, recién llegado al campo. El berciano la puso en la cabeza de Bergantiños, que remató al palo. El rechace lo envió a la red Domingos. A partir de ahí, el Dépor logró dormir el encuentro hasta que despertó el árbitro, observó a un desacertado Simón rebañar la bola en el área e imaginó un penalti. Empate y expulsión de Krohn-Dehli, todo de golpe, y a sufrir hasta el final, que esto es Segunda.