Un equipo con más movilidad

Carlos Brizzola

TORRE DE MARATHÓN

Marcos Míguez

10 sep 2018 . Actualizado a las 00:41 h.

Solo se puede calificar la victoria como merecida y justa, al tiempo que emocionante, porque llegó en el minuto final. Nadie puede dudar de que el Deportivo fue mejor en el cómputo general. Jugó un primer tiempo bastante plano, con apenas dos remates desde fuera del área y un penalti fallado en su única ocasión. Fueron momentos en los que al equipo le faltó profundidad, sobre todo por parte de la gente que llega desde atrás, con Didier Moreno, Krohn-Dehli y Vicente Gómez bastante alejados del área. Pero el segundo tiempo fue distinto. Estos tres futbolistas adelantaron posiciones y todo el equipo se mostró más incisivo y muy superior hasta que tradujo esa mejoría en el gol final, ya con el rival con un jugador menos.

El Dépor podía haber zanjado el partido mucho antes, pero no supo aprovechar su superioridad. Le faltó más gente por banda mientras el rival se cerró bien por dentro. Frente a un Sporting menor y con el que estaría preocupado si fuese alguno de sus aficionados. Claro que llegaba a Riazor con siete puntos, pero su imagen fue muy pobre. Por contra, los coruñeses se rearman, dan un salto al pelotón de cabeza y presumen de su partido más completo. Me gustó la pareja de centrales y Bergantiños en contención, pero sobre todo que el equipo mostró otra dinámica, con más movilidad, pero poca presencia ofensiva. Eso hizo que el segundo tiempo fuese muy superior, pero el triunfo solo fuese ajustado pero muy merecido