Casi 10.000 reubicados contra el Granada

TORRE DE MARATHÓN

ANGEL MANSO

El retraso en la reforma de las cubiertas del estadio de Riazor obligará a trasladar de sus localidades a un millar de socios del Deportivo más que en el anterior partido en casa

18 sep 2018 . Actualizado a las 17:01 h.

Otro retraso más en las obras de Riazor y un nuevo incumplimiento de los plazos dados por el Ayuntamiento obligarán al Deportivo a trasladar a otras gradas a 9.600 socios de Marathón y Pabellón en el partido contra el Granada. Son los 8.564 abonados de los fondos del estadio que ya no habían podido seguir el primer partido de su equipo en casa contra el Sporting el pasado 9 de septiembre y 1.036 más que entonces sí que pudieron acceder a su asiento, pero que ahora están obligados a retirar una entrada de reubicación. Los nuevos afectados corresponden a la grada de Marathón Impar, pues, según el club, las obras han avanzado hasta sus localidades en los últimos días. Por este motivo, solo podrán acceder al encuentro del próximo lunes en Riazor si antes de ese día a las ocho de la tarde acuden a las taquillas del Palacio de los Deportes de Riazor.

La finalización de la reforma de las cubiertas acumula más de un mes de retraso. El Ayuntamiento, que anunció una inversión superior a los 7 millones de euros, había señalado el 14 de agosto como fecha límite, pero el Deportivo se había curado en salud con un calendario en el que abría la Liga de la mano de tres jornadas seguidas a domicilio. Ni así ha librado a sus socios de verse afectados por una reforma muy esperada, pero cuyo plazo previsto se ha visto ya rebasado.

Aunque habrán transcurrido quince días sin fútbol en el estadio, lejos de que la situación se vaya resolviendo, el Deportivo aumentó ayer hasta los casi 10.000 abonados el número de los que tendrá que trasladar a una nueva ubicación y de nuevo no podrá vender entradas al público. En la actualidad, el club coruñés dispone de unos 21.600 socios, por lo que casi el 45 % no podrán seguir el segundo partido en Riazor de su equipo desde su localidad habitual. Los abonados de Tribuna y Preferencia no se verán perjudicados por esta decisión, y será precisamente en estas zonas centrales del campo donde se trasladarán la mayor parte de los afectados.

Finalmente, el Deportivo descartó abrir parcialmente alguna de las gradas donde los andamios se han retirado respecto a la última jornada en casa. Ni el número de socios que podrían seguir el partido en su sitio habitual sería tan importante, ni compensaría el número de localidades de público que se podrían vender para un partido el lunes por la noche. Así, contra el Granada, amplias zonas de los fondos del estadio permanecerán otra vez vacías o colmadas de andamios. Tampoco se ha podido mejorar la iluminación debido a la imposibilidad de instalar más focos en el campo, pues las cubiertas de Marathón y Pabellón no están aún preparadas.

Las primeras consecuencias económicas de esta reiterada tardanza quedaron al descubierto en el pasado Deportivo-Sporting. La limitación en el aforo obligó a dejar de vender entradas a la afición visitante y al público en general. Así, las pérdidas calculadas a causa de aquel primer partido sin las obras finalizadas, precisamente el choque estrella de la temporada con la posibilidad de recibir entre 3.000 y 5.000 seguidores visitantes, se estimaron en más de 100.000 euros, entre localidades y consumiciones en los ambigús. A esta cantidad habría que sumarle un millón de euros de pérdidas para A Coruña, según los cálculos de la federación de peñas del Sporting.

Esta nueva reubicación deja en el aire qué sucederá para los siguientes partidos del Deportivo en Riazor contra el Málaga el 7 de octubre y el Elche solo siete días después. El Ayuntamiento no contestó a las preguntas de este periódico sobre el estado de las obras y cuándo finalizarán.