Álex es un tipo que es difícil que pueda llegar a sorprender. Y este comentario que pudiera sonar como negativo para él, es positivo. No sorprende porque uno siempre se espera lo mejor de él. Llegó al Sporting como petición mía. Tenía informes suyos y cuando lo fui conociendo, pues lo dicho, no cambió nada de lo que yo tenía en mente.
Porque es un jugador que no esconde nada. Es igual dentro que fuera del campo: trabajo, humildad, nobleza, entrega, profesionalidad... Y es de esos futbolistas que, más allá de lo que hacen durante los noventa minutos, contribuyen en el buen orden del grupo.
Pero me parecería injusto destacar solo sus valores y no hablar de sus condiciones futbolísticas. En mi caso, lo perdí por lesión los dos últimos partidos que estuve en el banquillo del Sporting y tengo que reconocer que su baja nos hizo mucho daño. Y eso que no comenzó jugando, porque le costó entrar. Pero en una de las conversaciones que ambos tuvimos (hablábamos mucho), me dijo: «Míster, tranquilo que yo soy diésel... Me cuesta un poco más, pero acabaré entrando». Y lo entendí perfectamente, porque me recordó a mí como futbolista.
Tácticamente, es un jugador de un nivel superior. Es un segundo entrenador dentro del campo, algo que cada día es más difícil de encontrar. Y esa visión y entendimiento que tiene del fútbol, le permite saber colocarse, no hacer faltas por hacer, no verse superado muchas veces y, en definitiva, acumular más de trescientos partidos como profesional sin haber visto ni una sola tarjeta roja. Un dato que no es fácil para un futbolista que actúa en esa demarcación. Pero para Álex es más sencillo porque él no hace entradas extremas, llega en el momento justo y preciso, prevé lo que puede suceder antes de que ocurra y eso te lo da el estar muy concentrado durante los noventa minutos.
Suma ya 33 años, pero creo que con las condiciones que tiene, le queda todavía mucho fútbol. La duda es si de mediocentro o de central, porque en ese puesto, más retrasado, también puede ofrecer mucho. Yo, de momento, lo sigo viendo de pivote, pero puede jugar de lo quiera.