Dani Giménez: «En este sistema brilla el inteligente»

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MIGUEZ

«No tengo dudas de que este es un buen vestuario, he estado en muchos», afirma el veterano meta

17 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La mañana termina en contrarreloj en Abegondo y la prisa ajena se impone a la buena disposición a la charla de Dani Giménez (Vigo, 1983). El tiempo alcanza para revisar la propuesta de Natxo Giménez, con la que el portero asegura disfrutar.

-Se han sacudido las dudas

-Como bloque estamos siendo bastante buenos desde el principio. Faltaba un poco de confianza al jugar el balón para que los rivales corrieran detrás. Ahora según pasan los minutos se ve que al adversario le cuesta adaptarse al ritmo y nosotros somos capaz de mantener mejor la posesión respecto a las primeras jornadas, cuando nos echábamos más atrás y dábamos opción al rival. El equipo está creciendo en todas las líneas. Los delanteros están mejor posicionalmente, se está encontrando más al mediapunta y el grupo se beneficia.

-¿Qué hay detrás del salto?

-Lo que se ha conseguido, lo que ha cambiado especialmente, es que la gente juega mucho mejor con balón en su posición. Desde el principio se nos pidió a cada uno que trabajásemos cuatro o cinco cosas específicas dentro de nuestra posición, atendiendo también a lo que hace cada rival, y creo que ahí ha estado la gran mejoría. Estamos siendo capaces de recibir casi siempre en ventaja, y eso viene evidentemente de un buen trabajo de los de atrás, pero también de que tanto los delanteros como el mediapunta están fijando mejor a sus marcas.

-La propuesta le obliga a asumir riesgos de esos que dejan retratado al portero ante un error.

-Yo disfruto con este sistema. Por mi puesto, por mi idea, prefiero jugar así que sacando en largo todos los balones o intentando buscar siempre al delantero alto. A nivel de equipo, creo que tal y como jugamos, con este sistema, brillan los jugadores inteligentes, aquellos que son capaces de leer la jugada, que unas veces te pide estar un poquito más a la derecha o a la izquierda. Modificaciones mínimas pero que tienen impacto. Saber moverte en función de los demás. Eso son cosas que han mejorado en los últimos partidos, por un lado gracias a la confianza que dan los resultados y por otro porque la gente está jugando con más inteligencia. Sin balón sufrimos, así que intentamos tenerlo. Al final es cuestión de cómo atacas y te atacan. Si el balón lo pierdes arriba, y con unas vigilancias defensivas que están siendo espectaculares, te van a llegar menos.

-Y cuando llegan se encuentran con Domingos y Marí.

-Hay mucho partido trampa. Parece que no te llegan y al final en un mal pase o un rechace, el delantero se queda solo y te la puede liar. Y por eso es fundamental contar con jugadores del nivel de ellos dos, que nunca desconectan, siempre pendientes de lo que sucede. Pero no solo ellos, hay tres laterales izquierdos muy buenos; en el lateral derecho está jugando David pero Geri [Gerard Valentín] tiene un gran potencial; está Eneko, Michele [Somma], al que se ha visto poco pero yo lo veo cada día y sé lo que puede dar. Recursos con diferente estilo con los que no baja el nivel.

-¿Se apunta a la teoría de que la clave del vestuario está en quienes menos juegan?

-Si queremos ascender, es importantísimo. Habrá algún día de mala cara o de pique entre compañeros, porque eso pasa en todas partes y hasta es buena señal, pero el nivel que dan quienes entran de refresco es altísimo. Lo importante es mantener el buen ambiente toda la temporada porque ahora es normal que todo vaya bien, estamos empezando; luego se verá realmente el tipo de vestuario que somos y no tengo dudas de que este es muy bueno. He estado en muchos.

-Entre los que no tienen sitio de momento está Ortolá, un portero joven que buscaba protagonismo en el Dépor. ¿Cómo lo lleva?

-Es parte del fútbol. Lo primero es trabajar y en este departamento de portería, como me gusta llamarle, tenemos muy buen rollo. Al final estamos todo el tiempo juntos y Adri es un chaval espectacular. La alegría que tenemos al entrenar la da él y quienes suben desde la cantera, porque lo normal es que quien juega esté contento. Es el primero en darme un abrazo, en desearme suerte cada vez que jugamos... Al final es eso, yo dar todo lo que pueda y él ponérmelo lo más difícil posible.

-Es un puesto en el que desbancar al titular es especialmente difícil. Usted lo vivió.

-Sí, y frustra en determinadas ocasiones, pero tienes que ver el nivel que da el otro portero. Quizá en mi primera temporada en el Betis habría merecido más minutos y sí fue un poco frustrante, pero es lo que hay. Yo soy muy competitivo pero también muy compañero, que es lo más importante. Como Adri. Algún año en el Betis tuve alguna oferta mejor que la de renovación, pero yo elijo en función del sentimiento. Lo mismo pasó al venir aquí. Ha sido una buena elección y si las cosas no hubieran ido como hasta ahora o no acaban bien, yo voy a estar contento. Se trata de luchar por lo que tú decidas. Quedarme en el Betis me ha permitido venir al Dépor. No me arrepiento.

-Su carrera iba en ascenso hasta que en el Rayo se cruzó con Sandoval, hoy entrenador del Córdoba, y hubo un roce de pretemporada. ¿Aquello aún pesa?

-Mi carrera ha sido de ser constante, entrenar bien, ser buen compañero... Es cierto que entonces venía de quitarle el puesto a Cobeño, y esa pretemporada... Luego yo me quise ir y el míster no quiso que me fuera, pero no es hasta el final de esa temporada cuando me da la ocasión. Son cosas que pasan, sin más. Creo que entonces no me cambió por cuestiones deportivas, pero ya está. He estado con él luego y todo bien. Los entrenadores están sujetos a una presión muy grande y a veces no entienden las cosas como tú. Quizá si me hubiera pillado con esta edad de ahora, las cosas no se habrían dado así. A veces son segundos que te marcan una temporada, pero le deseo todo lo mejor.

-En el Rayo coincidió también con Rubén. ¿Sorprendido por su rendimiento del curso pasado?

-Sí. Rubén en el Rayo hizo muy buena temporada, nuestra relación es muy buena y el año pasado incluso le mandé algunos mensajes y hablé con él. Creo que fue un cúmulo de todo; evidentemente los porteros no estuvieron bien, pero sucedieron cosas que se dan cada muchísimo en el fútbol. Cosas raras.

«Soy un tío con inquietudes, el sentido de la vida es disfrutarla»

La esposa de Dani Giménez nació en Kabul, pero vino a España de bebé y no ha vuelto a pisar Afganistán. «Con todo el cristo político y religioso que hay allí...», justifica el portero.

-¿Es de los que se mojan en esos temas?

-Yo respeto todo, pero no soy religioso. No me gusta la gente que intenta imponer sus ideales y por ahí la religión no me entra mucho. Que no puedas entender ciertas cosas no quiere decir que no las vayas a entender el día de mañana. Si tengo dudas me gusta leer sobre el tema, informarme. En cualquier momento. Mi mujer es periodista, está estudiando Historia Contemporánea, sabe más de todo que yo, y ayuda a meterme el gusanillo. Soy un tío con inquietudes. Me gusta pensar y no sé si filosofar, pero creo que el sentido de la vida es disfrutarla.

-Dice que apenas lee prensa y es bastante crítico con el uso de las redes sociales en el fútbol.

-No estoy a favor de las redes sociales en el fútbol, es cierto. A algunos jugadores les vienen bien a nivel de autoestima cuando las cosas van bien, pero luego hay que saber gestionarlas cuando las cosas van mal. Si tienes redes para lo bueno, aprende a gestionarlas en lo malo. A mí no me va a suponer nada si la gente me alaba o si dice que soy muy malo después de un fallo. Lo que hay que hacer es tener autocrítica y dejar de echarle la culpa al ambiente. El fútbol es un deporte de cara al público y tienes que centrarte en el trabajo de vestuario.

-No ha podido cumplir su deseo de jugar fuera de España.

-Este verano tuve la oportunidad y una de las opciones era bonita, en Turquía, pero salió lo del Dépor y... Por eso lo cerramos también tan pronto aquí. Ahora estoy seguro de que a mi edad... Aunque, bueno, nunca se sabe.