Dani ofrece un nivel futbolístico altísimo. Como persona es sencillo, cercano y te pone muy fácil el trabajo a su lado. Lo recuerdo siempre alegre, muy positivo y muy buen compañero. En el vestuario es una persona sensacional tanto con los técnicos como con los compañeros. Está enamorado de esta profesión y tiene muchas vivencias, una veteranía y un bagaje que le hacen ser aún más completo. Además, sabe que el mundo de la portería es así. En el Betis le sucedió: en una época eres el portero titular, y él lo hizo bien, pero llega otra en que no toca jugar tanto, y como profesional lo ha entendido siempre.
Su fútbol se basa en su gran capacidad de trabajo y buen hacer en el día a día, cualidades que nunca han dejado de acompañarle, ni siquiera aunque no haya tenido una participación muy grande. Aquí, como en el Dépor, la exigencia es máxima. Aunque juegues poco, hay 45.000 personas en el estadio para escrutarte el día que sales, y eso genera una autoexigencia que Dani siempre asumió algo natural.
En el plano personal, le estoy superagradecido por el tiempo que pasamos juntos, porque los porteros suplentes a veces pasan por momentos malos y no lo ponen fácil, pero con él fue todo lo contrario, siempre hubo un comportamiento excelente. Nunca generó la más mínima duda a ningún técnico sobre su auténtica valía. Para mí es un portero de Primera.
David Relaño es entrenador de porteros en la cantera del Betis